Existe en matemáticas una curva distinta a la que algunos, los que nunca han dudado, llaman curva de Koch.
Los perplejos en cambio han preferido denominarla así: Copo de Nieve.
Se comporta esta curva fascinante multiplicando siempre su tamaño por cuatro tercios y hacia el interior, llegando, de tan densa, al infinito sin rebasar su área diminuta.
Artesana, también así te creces muy adentro: habitándome lenta, quedándote con todo, sin forzarlo, este pequeño corazón hermético.
(EL CORAZÓN)
Existe en matemáticas
una curva distinta a la que algunos,
los que nunca han dudado,
llaman curva de Koch.
Los perplejos en cambio han preferido
denominarla así: Copo de Nieve.
Se comporta esta curva fascinante
multiplicando siempre su tamaño
por cuatro tercios y hacia el interior,
llegando, de tan densa, al infinito
sin rebasar su área diminuta.
Artesana,
también así te creces muy adentro:
habitándome lenta,
quedándote con todo, sin forzarlo,
este pequeño corazón hermético.