Sirva la presente para enviar el informe de venta de boletos entre los meses de julio y diciembre de 2016, en los cuales se detallan lo recaudado versus lo rifado. La conclusión del mismo es la siguiente:
Se obtuvieron un mil dólares estadounidenses (USD 1.000,00) por concepto de la venta de los boletos a beneficio de un paciente, quien se encuentra en condición grave en un centro de salud y su familia está en situación de vulnerabilidad.
La literatura está llena de glosas sobre la infancia. La memoria, uno de los músculos literarios más importantes con los que cuenta cualquier escritor, como nos enseñó Proust, mantiene una relación estrecha con ese extraño periodo de inseguridades y descubrimientos, de perversiones e inocencias, que es la niñez y, por extensión, la primera adolescencia. Esa edad que al mismo tiempo es comienzo y término de la vida que hasta entonces nos definía como seres ajenos, individuos de prestado, sin más agarres propios que unos pocos sueños y más medios para cumplirlos que los cedidos, herramientas por lo general de desecho. Nadie puede realizar sus sueños con instrumentos ajenos.
La infancia y la adolescencia pueden ser, en teoría, un periodo feliz. Para algunas personas lo son. Uno, literariamente hablando, siempre ha pensado lo contrario: los libros de adolescencias crueles abundan más que los felices, obras donde no hay disgustos, ni depresiones, ni hastío. En la cofradía del spleen los juegos escolares no son ceremonias salvíficas ni el paraíso aquellas tardes estivales sin escuela.
Respuesta:
informe de recaudación de fondos.
Sirva la presente para enviar el informe de venta de boletos entre los meses de julio y diciembre de 2016, en los cuales se detallan lo recaudado versus lo rifado. La conclusión del mismo es la siguiente:
Se obtuvieron un mil dólares estadounidenses (USD 1.000,00) por concepto de la venta de los boletos a beneficio de un paciente, quien se encuentra en condición grave en un centro de salud y su familia está en situación de vulnerabilidad.
Explicación:
Respuesta:
espero que te ayude
Explicación:
La literatura está llena de glosas sobre la infancia. La memoria, uno de los músculos literarios más importantes con los que cuenta cualquier escritor, como nos enseñó Proust, mantiene una relación estrecha con ese extraño periodo de inseguridades y descubrimientos, de perversiones e inocencias, que es la niñez y, por extensión, la primera adolescencia. Esa edad que al mismo tiempo es comienzo y término de la vida que hasta entonces nos definía como seres ajenos, individuos de prestado, sin más agarres propios que unos pocos sueños y más medios para cumplirlos que los cedidos, herramientas por lo general de desecho. Nadie puede realizar sus sueños con instrumentos ajenos.
La infancia y la adolescencia pueden ser, en teoría, un periodo feliz. Para algunas personas lo son. Uno, literariamente hablando, siempre ha pensado lo contrario: los libros de adolescencias crueles abundan más que los felices, obras donde no hay disgustos, ni depresiones, ni hastío. En la cofradía del spleen los juegos escolares no son ceremonias salvíficas ni el paraíso aquellas tardes estivales sin escuela.