Un año después de sancionada la ley de convivencia escolar (Ley 1620 del 2013), el país se conmocionó con uno de esos hechos que la norma buscaba evitar: la muerte de Sergio Urrego, el estudiante de 16 años, que, según su familia, se suicidó agobiado por la discriminación a la que fue sometido en el colegio, dada su condición de homosexual. ('No puede haber un muerto más por falta de convivencia': Mineducación)
Un año después de sancionada la ley de convivencia escolar (Ley 1620 del 2013), el país se conmocionó con uno de esos hechos que la norma buscaba evitar: la muerte de Sergio Urrego, el estudiante de 16 años, que, según su familia, se suicidó agobiado por la discriminación a la que fue sometido en el colegio, dada su condición de homosexual. ('No puede haber un muerto más por falta de convivencia': Mineducación)