Era Julio y en la sierra peruana, las lluvias y el fr�o no ten�an compasi�n. Todo el pueblo de San Bartolom�, se hab�a refugiado en sus casas, pues no esperaban el momento en que el fr�o se alejara.
Sin embargo, Juanito, amaba el invierno, esperaba feliz a la lluvia y sal�a corriendo de su casa. Era muy juguet�n, le gustaba sentir el aire fresco del invierno en su cara mientras corr�a por los prados y le gustaba chapotear y chapotear en los charcos que la lluvia formaba. Claro! Siempre corriendo riesgo a que su t�a lo viera entrar a la casa todo mojado y luego lo castigara. Pero eso no le importaba mucho, todo el d�a ten�a que trabajar limpiando zapatos y s�lo esperaba un descanso para salir a jugar
Un d�a la t�a de Juanito, se sent�a muy enferma y le pidi� que por favor vaya a la Monta�a "Salvadora" a buscarle unas hierbas, pues las medicinas eran muy caras y ellos eran muy pobres. Juanito, obediente, sali� a cumplir aquel pedido. El quer�a mucho a su t�a y no iba a permitir que se sintiera mal o que se pusiera peor.
El viento era tan fuerte ese d�a que no pod�a mirar por donde caminaba, solo ten�a que seguir el consejo de su t�a. Guiarse del aroma a hierbas frescas. -�Por qu� se llama "Salvadora"?- recordaba cuando le pregunt� una vez a su t�a. - Porque en aquella monta�a nacen hierbas que han salvado a muchas personas. Es salvadora por eso, m�gica! - le respondi�. Ya el aroma de la monta�a se hac�a sentir, y Juanito estaba tan feliz porque sab�a que la magia de esa monta�a iba a curar a su t�a. Pero en el momento que lleg�, esa felicidad se volvi� en sorpresa. �Qu� hab�a pasado? � D�nde est�n las hierbas que le hab�a dicho su t�a? Solo encontr� algunas flores un poco marchitas por el aire seco, pero que sin embargo ten�an algo en especial, las cort� y las meti� en su bolsa
Juanito estaba triste y decepcionado. �D�nde estaba esa magia con la que tanto se hab�a emocionado y esperado? No perdi� m�s tiempo y fue en busca de alguien para que lo ayudara con su t�a. Pero todas las personas del pueblo estaban refugiadas en sus casas y nadie le prestaba la ayuda que necesitaba.
Cuando regres� a su casa y vio a su t�a echada sobre su cama, fue corriendo donde ella para abrazarla, y llorando le cont� lo que hab�a pasado. Su t�a le sec� sus l�grimas y le pidi� que le entregara las flores que �l hab�a recogido. - Pero, �C�mo sab�as que cort� unas flores?- le pregunt� y al mismo tiempo las sac�. Su impresi�n fue tan grande cuando vio que aquellas flores marchitas, radiaban de muchos colores. - � Lo ves ? - le dijo al ingenuo Juanito - te dije que era salvadora. Y tu amor y tu cari�o, mi querido Juanito, han hecho la magia que yo necesitaba.
Juanito y la monta�a salvadora
Era Julio y en la sierra peruana, las lluvias y el fr�o no ten�an compasi�n.
Todo el pueblo de San Bartolom�, se hab�a refugiado en sus casas, pues no esperaban el momento en que el fr�o se alejara.
Sin embargo, Juanito, amaba el invierno, esperaba feliz a la lluvia y sal�a corriendo de su casa. Era muy juguet�n, le gustaba sentir el aire fresco del invierno en su cara mientras corr�a por los prados y le gustaba chapotear y chapotear en los charcos que la lluvia formaba.
Claro! Siempre corriendo riesgo a que su t�a lo viera entrar a la casa todo mojado y luego lo castigara. Pero eso no le importaba mucho, todo el d�a ten�a que trabajar limpiando zapatos y s�lo esperaba un descanso para salir a jugar
Un d�a la t�a de Juanito, se sent�a muy enferma y le pidi� que por favor vaya a la Monta�a "Salvadora" a buscarle unas hierbas, pues las medicinas eran muy caras y ellos eran muy pobres. Juanito, obediente, sali� a cumplir aquel pedido. El quer�a mucho a su t�a y no iba a permitir que se sintiera mal o que se pusiera peor.
El viento era tan fuerte ese d�a que no pod�a mirar por donde caminaba, solo ten�a que seguir el consejo de su t�a. Guiarse del aroma a hierbas frescas.
-�Por qu� se llama "Salvadora"?- recordaba cuando le pregunt� una vez a su t�a.
- Porque en aquella monta�a nacen hierbas que han salvado a muchas personas. Es salvadora por eso, m�gica! - le respondi�.
Ya el aroma de la monta�a se hac�a sentir, y Juanito estaba tan feliz porque sab�a que la magia de esa monta�a iba a curar a su t�a. Pero en el momento que lleg�, esa felicidad se volvi� en sorpresa. �Qu� hab�a pasado? � D�nde est�n las hierbas que le hab�a dicho su t�a? Solo encontr� algunas flores un poco marchitas por el aire seco, pero que sin embargo ten�an algo en especial, las cort� y las meti� en su bolsa
Juanito estaba triste y decepcionado. �D�nde estaba esa magia con la que tanto se hab�a emocionado y esperado? No perdi� m�s tiempo y fue en busca de alguien para que lo ayudara con su t�a. Pero todas las personas del pueblo estaban refugiadas en sus casas y nadie le prestaba la ayuda que necesitaba.
Cuando regres� a su casa y vio a su t�a echada sobre su cama, fue corriendo donde ella para abrazarla, y llorando le cont� lo que hab�a pasado. Su t�a le sec� sus l�grimas y le pidi� que le entregara las flores que �l hab�a recogido.
- Pero, �C�mo sab�as que cort� unas flores?- le pregunt� y al mismo tiempo las sac�. Su impresi�n fue tan grande cuando vio que aquellas flores marchitas, radiaban de muchos colores.
- � Lo ves ? - le dijo al ingenuo Juanito - te dije que era salvadora. Y tu amor y tu cari�o, mi querido Juanito, han hecho la magia que yo necesitaba.
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