Ya sabes que un sólido ejerce una fuerza igual a su peso sobre la superficie que lo soporta. Los líquidos también pesan; por tanto, ejercerán una fuerza sobre la base del recipiente que los contiene. Pero, a diferencia de los sólidos, los líquidos ejercen fuerzas sobre las paredes del recipiente que los contiene, fuerzas que son perpendiculares a dichas paredes. Este hecho se puede comprobar si se llena una botella de plástico con agua y se agujerea en diferentes puntos con una aguja. El agua sale a chorros de la botella por los agujeros, perpendicularmente a la superficie.
La existencia de dichas fuerzas indica que los líquidos ejercen una presión no solo sobre el fondo del recipiente que los contiene, también sobre las paredes. A la presión ejercida por los líquidos se le denomina presión hidrostática.
Ya sabes que un sólido ejerce una fuerza igual a su peso sobre la superficie que lo soporta. Los líquidos también pesan; por tanto, ejercerán una fuerza sobre la base del recipiente que los contiene. Pero, a diferencia de los sólidos, los líquidos ejercen fuerzas sobre las paredes del recipiente que los contiene, fuerzas que son perpendiculares a dichas paredes. Este hecho se puede comprobar si se llena una botella de plástico con agua y se agujerea en diferentes puntos con una aguja. El agua sale a chorros de la botella por los agujeros, perpendicularmente a la superficie.
La existencia de dichas fuerzas indica que los líquidos ejercen una presión no solo sobre el fondo del recipiente que los contiene, también sobre las paredes. A la presión ejercida por los líquidos se le denomina presión hidrostática.