Un día la pequeña Masha se pierde en el bosque. Tras varios días de dormir en la intemperie, la pequeña niña construye, como puede, un pequeño hogar a base de ramas, palos y hierbas.
Las cosas para Masha se complican pues a la pequeña niña comienza a darle hambre. Un día, desesperada, Masha va a buscar comida, pero al volver ve su casa derribada y se encuentra con las huellas de un oso.
Masha empieza a caminar sin rumbo fijo hasta que finalmente encuentra una cabaña abandonada. La pequeña decide pasar ahí la noche pero tras quedarse dormida un oso entra a su nuevo hogar.
La niña se despierta al escuchar el ruido. El oso está parado junto a su cama. Masha siente el aliento frío del animal salvaje. La pequeña niña da un grito de terror y enseguida el oso la ataca.
Al día siguiente un explorador encuentra a la niña hecha pedazos. El cuerpo de Masha no es más que un cúmulo de tirones de piel desgarrada, su cráneo está destrozado y la expresión de la niña aún conserva el terror.
El explorador indaga más sobre la pequeña y conmovido por la triste historia de Masha decide hacer una historia con un final menos atroz, en donde Masha es adoptada por un viejo y noble oso de circo que la cuida y le da el amor que nunca tuvo.
Un día la pequeña Masha se pierde en el bosque. Tras varios días de dormir en la intemperie, la pequeña niña construye, como puede, un pequeño hogar a base de ramas, palos y hierbas.
Las cosas para Masha se complican pues a la pequeña niña comienza a darle hambre. Un día, desesperada, Masha va a buscar comida, pero al volver ve su casa derribada y se encuentra con las huellas de un oso.
Masha empieza a caminar sin rumbo fijo hasta que finalmente encuentra una cabaña abandonada. La pequeña decide pasar ahí la noche pero tras quedarse dormida un oso entra a su nuevo hogar.
La niña se despierta al escuchar el ruido. El oso está parado junto a su cama. Masha siente el aliento frío del animal salvaje. La pequeña niña da un grito de terror y enseguida el oso la ataca.
Al día siguiente un explorador encuentra a la niña hecha pedazos. El cuerpo de Masha no es más que un cúmulo de tirones de piel desgarrada, su cráneo está destrozado y la expresión de la niña aún conserva el terror.
El explorador indaga más sobre la pequeña y conmovido por la triste historia de Masha decide hacer una historia con un final menos atroz, en donde Masha es adoptada por un viejo y noble oso de circo que la cuida y le da el amor que nunca tuvo.