El colesterol es una sustancia que forma parte de nuestro organismo y es indispensable para la vida, pero su exceso resulta perjudicial: favorece la obstrucción progresiva de las arterias (aterosclerosis), que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Un exceso de colesterol en la sangre (hipercolesterolemia) puede tener consecuencias graves. Por ello, es muy importante un seguimiento médico. Su objetivo es detectar el exceso de colesterol, precisar su origen y evaluar el riesgo de enfermedades cardiovasculares (mediante la búsqueda de otros factores de riesgo y la detección precoz de lesiones arteriales). Según los resultados, el médico recomendará seguir un régimen y más tarde, si es necesario, recetará medicamentos.
Diagnóstico
El exceso de colesterol se detecta en un análisis de sangre. Las ocasiones en las que un médico solicita la práctica de un análisis son diversas: examen sanitario sistemático, control antes o durante la contracepción oral (píldora), existencia de otro factor de riesgo cardiovascular (hipertensión arterial, tabaquismo, diabetes, etc.), familiar(es) próximo(s) con hipercolesterolemia, accidente cardíaco o vascular. Si el resultado del análisis sobrepasa los valores normales (de 2 a 2,5 g/l), el médico solicitará un segundo análisis, para confirmar el diagnóstico y diferenciar las concentraciones respectivas de colesterol “bueno” y “malo”. En la sangre, hay dos formas de colesterol: la forma denominada LDL (o colesterol “malo”), peligrosa para las arterias ya que las puede obstruir, y la forma que se conoce como HDL (o colesterol “bueno”) que, por el contrario, las protege.
El colesterol es una sustancia que forma parte de nuestro organismo y es indispensable para la vida, pero su exceso resulta perjudicial: favorece la obstrucción progresiva de las arterias (aterosclerosis), que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Un exceso de colesterol en la sangre (hipercolesterolemia) puede tener consecuencias graves. Por ello, es muy importante un seguimiento médico. Su objetivo es detectar el exceso de colesterol, precisar su origen y evaluar el riesgo de enfermedades cardiovasculares (mediante la búsqueda de otros factores de riesgo y la detección precoz de lesiones arteriales). Según los resultados, el médico recomendará seguir un régimen y más tarde, si es necesario, recetará medicamentos.
DiagnósticoEl exceso de colesterol se detecta en un análisis de sangre. Las ocasiones en las que un médico solicita la práctica de un análisis son diversas: examen sanitario sistemático, control antes o durante la contracepción oral (píldora), existencia de otro factor de riesgo cardiovascular (hipertensión arterial, tabaquismo, diabetes, etc.), familiar(es) próximo(s) con hipercolesterolemia, accidente cardíaco o vascular.
Si el resultado del análisis sobrepasa los valores normales (de 2 a 2,5 g/l), el médico solicitará un segundo análisis, para confirmar el diagnóstico y diferenciar las
concentraciones respectivas de colesterol “bueno” y “malo”. En la sangre, hay dos formas de colesterol: la forma denominada LDL (o colesterol “malo”), peligrosa para las arterias ya que las puede obstruir, y la forma que se conoce como HDL (o colesterol “bueno”) que, por el contrario, las protege.