El quechua, el idioma del Imperio Incaico, tiene casi 500 años de contacto con el castellano, por lo que es lógico que se hayan producido influencias entre ambos idiomas. Lo más destacado, además de las formas de hablar quechua que permean el habla castellana de los bilingues, son los préstamos de palabras. Así, en el quechua de uso diario se incluyen muchas palabras de origen castellano, y lo mismo se da al contrario, pero a veces esto último no es tan conocido.
Aparte de las palabras que designan a la gran cantidad de animales y productos agrícolas originarios del Perú que se incorporaron al acervo castellano con ligeras modificaciones, tales como llama, guanaco o vicuña, sólo para citar a los camélidos americanos, papa, quinua, palta o lúcuma, si hablamos de productos agrícolas de origen peruano, tenemos esas otras palabras que a veces ni imaginamos que proceden del quechua.
El quechua, el idioma del Imperio Incaico, tiene casi 500 años de contacto con el castellano, por lo que es lógico que se hayan producido influencias entre ambos idiomas. Lo más destacado, además de las formas de hablar quechua que permean el habla castellana de los bilingues, son los préstamos de palabras. Así, en el quechua de uso diario se incluyen muchas palabras de origen castellano, y lo mismo se da al contrario, pero a veces esto último no es tan conocido.
Aparte de las palabras que designan a la gran cantidad de animales y productos agrícolas originarios del Perú que se incorporaron al acervo castellano con ligeras modificaciones, tales como llama, guanaco o vicuña, sólo para citar a los camélidos americanos, papa, quinua, palta o lúcuma, si hablamos de productos agrícolas de origen peruano, tenemos esas otras palabras que a veces ni imaginamos que proceden del quechua.