launnia
Autocalificarse de filósofo parece una ostentación e incluso una pedantería, porque de alguna manera ¡todos somos filósofos y no puede haber unos más filósofos que otros! Lo que nos diferencia como filósofos es simplemente el rigor y la profundidad de nuestros razonamientos; es decir, no somos más o menos filósofos sino mejores o peores filósofos.
Por otro lado, un catedrático de filosofía no es necesariamente un buen filósofo, de la misma manera que otro de literatura no es necesariamente un buen escritor. Lo que quiero decir que ser mejor o peor filósofo no depende del conocimiento de la historia de las ideas filosóficas, sino del entendimiento, y todos nacemos con las mismas posibilidades de entender.
Filosofar es fundamentalmente preguntarse por la causa razonable de lo que percibimos o imaginamos con el fin de concebirlo razonablemente y encontrarle un sentido tanto estético como ético y moral que oriente nuestro comportamiento. Se trata de valorar las cosas y las emociones de acuerdo con la razón y no con el “corazón” o la imaginación. El fin es simplemente “poner orden” en nuestras emociones y pensamientos y evitar el caos en nuestra “forma de pensar”; que es nuestra “filosofía de vida”.
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danielsebastian
Un filosofo es un pensador,El trabajo de los fílosofos era en dar una respuesta compleja. Un ejemplo es, Un filosofo se quedaba días mirando el mar y daban la respuesta de que la tierra era plana.No todas eran acertadas.
Un filosofo es virtuoso y tiene que tener demasiada imaginación
Por otro lado, un catedrático de filosofía no es necesariamente un buen filósofo, de la misma manera que otro de literatura no es necesariamente un buen escritor. Lo que quiero decir que ser mejor o peor filósofo no depende del conocimiento de la historia de las ideas filosóficas, sino del entendimiento, y todos nacemos con las mismas posibilidades de entender.
Filosofar es fundamentalmente preguntarse por la causa razonable de lo que percibimos o imaginamos con el fin de concebirlo razonablemente y encontrarle un sentido tanto estético como ético y moral que oriente nuestro comportamiento. Se trata de valorar las cosas y las emociones de acuerdo con la razón y no con el “corazón” o la imaginación. El fin es simplemente “poner orden” en nuestras emociones y pensamientos y evitar el caos en nuestra “forma de pensar”; que es nuestra “filosofía de vida”.
Un filosofo es virtuoso y tiene que tener demasiada imaginación