1. Educar para el cambio de modelos de consumo y estilos de vida. Para hacer frente a la próxima era de la escasez de agua se requieren grandes cambios de todas las formas de consumo, desde el uso individual al de las grandes corporaciones. El factor inicial es el conocimiento y concienciación sobre el problema a afrontar.
2. Desarrollar nuevas tecnologías de conservación y almacenamiento del agua. En las zonas donde los acuíferos se están agotando y el aporte por agua de lluvia es cada vez más impredecible, la innovación en sistemas de conservación y almacenamiento es especialmente necesaria. El desarrollo de tecnologías de conservación debe hacerse compatible con una reducción del consumo de energía.
3. Reutilización de aguas residuales. En los últimos años ha crecido la llamada a una nueva mentalidad en el tratamiento de aguas residuales, haciendo de ellas un recurso. Algunos países, como Singapur, han realizado avances importantes en la reutilización de agua para diferentes usos, incluido el uso como agua potable, reduciendo el consumo de agua y mejorando la autosuficiencia.
4. Mejorar el riego y las prácticas agrícolas. Un 70 por ciento del agua dulce del mundo se utiliza para la agricultura. La mejora del riego puede reducir de forma importante la diferencia entre la oferta y la demanda, a la par que se asegure la disponibilidad de alimentos.
5. Adecuación del precio del agua. Según la OCDE elevar los precios ayudaría a reducir los residuos y la contaminación. Sin embargo, otros organismos señalan que el precio del agua y los derechos van de la mano. 6. Aumentar la eficiencia energética de las plantas de desalinización. Hasta la fecha, la desalación ha sido una solución de alto consumo energético a la escasez de agua, sólo viable en regiones con disponibilidad de recursos. Se precisa el fomento de tecnologías basadas en energías renovables.
7. Mejorar la captación de agua. Los sistemas de captación de agua son esenciales para las zonas sin fuentes de agua fiable. Pakistán y la India son dos ejemplos de países que tendrán que revisar sus sistemas de captación de aguas pluviales para adecuarse los posibles efectos del cambio climático. Los esfuerzos deben permitir un control independiente de los recursos hídricos.
8. Asegurar la representatividad en los gobiernos. Las administraciones deberán tener en cuenta las opiniones y necesidades de todos los grupos. Para ellos es esencial que las comunidades se estructuren y organicen. En abril, por ejemplo, los grupos indígenas se reunieron en la Conferencia sobre Cambio Climático alternativo en Bolivia, un encuentro destinado a fomentar las alianzas internacionales entre los grupos insuficientemente representados.
9. Desarrollar y poner en práctica mejores políticas y reglamentos. La escasez de agua complica la seguridad alimentaria y la contaminación, por lo que los gobiernos tienen que tomar medidas que consideren los efectos a medio y largo plazo. A modo de ejemplo de la disparidad de actuaciones, el gobierno de EE.UU. está considerando expandir la Ley de Agua Limpia para garantizar mayor protección, mientras que Rusia ha aprobado vertido de residuos al lago Baikal.
10. Mejora de la gestión de ecosistemas. Debe aplicarse una gestión integral con un enfoque práctico y de sentido común para la supervisión de los recursos naturales, teniendo en cuenta consideraciones económicas, culturales y los objetivos ecológicos. Un buen ejemplo de gestión integral son las comunidades que tienen plantas de tratamiento de aguas residuales que son utilizadas para riego y fertilización de cultivos energéticos locales.
11. Mejorar la infraestructura de distribución. Las deficiencias en la distribución tienen un impacto serio en la utilización de los recursos, la salud y la economía. El problema no se limita al mundo en desarrollo.
12. Reducir la huella del agua corporativa. Las industrias dan cuenta de aproximadamente el 22 por ciento del consumo de agua a escala mundial. La huella corporativa incluye el agua que se consume directa e indirectamente cuando los bienes son producidos. La fabricación sostenible alcanzará importancia desde el punto de vista económico y de imagen.
13. Generar los marcos institucionales internacionales y la cooperación. Los acuerdos regionales sobre recursos transfronterizos o compartidos, tales como el Pacto de los Grandes Lagos en los EE.UU o del Nilo en África, son difíciles de ratificar. Sin embargo serán esenciales para afrontar el futuro en diversas regiones.
1. Educar para el cambio de modelos de consumo y estilos de vida. Para hacer frente a la próxima era de la escasez de agua se requieren grandes cambios de todas las formas de consumo, desde el uso individual al de las grandes corporaciones. El factor inicial es el conocimiento y concienciación sobre el problema a afrontar.
2. Desarrollar nuevas tecnologías de conservación y almacenamiento del agua. En las zonas donde los acuíferos se están agotando y el aporte por agua de lluvia es cada vez más impredecible, la innovación en sistemas de conservación y almacenamiento es especialmente necesaria. El desarrollo de tecnologías de conservación debe hacerse compatible con una reducción del consumo de energía.
3. Reutilización de aguas residuales. En los últimos años ha crecido la llamada a una nueva mentalidad en el tratamiento de aguas residuales, haciendo de ellas un recurso. Algunos países, como Singapur, han realizado avances importantes en la reutilización de agua para diferentes usos, incluido el uso como agua potable, reduciendo el consumo de agua y mejorando la autosuficiencia.
4. Mejorar el riego y las prácticas agrícolas. Un 70 por ciento del agua dulce del mundo se utiliza para la agricultura. La mejora del riego puede reducir de forma importante la diferencia entre la oferta y la demanda, a la par que se asegure la disponibilidad de alimentos.
5. Adecuación del precio del agua. Según la OCDE elevar los precios ayudaría a reducir los residuos y la contaminación. Sin embargo, otros organismos señalan que el precio del agua y los derechos van de la mano.
6. Aumentar la eficiencia energética de las plantas de desalinización. Hasta la fecha, la desalación ha sido una solución de alto consumo energético a la escasez de agua, sólo viable en regiones con disponibilidad de recursos. Se precisa el fomento de tecnologías basadas en energías renovables.
7. Mejorar la captación de agua. Los sistemas de captación de agua son esenciales para las zonas sin fuentes de agua fiable. Pakistán y la India son dos ejemplos de países que tendrán que revisar sus sistemas de captación de aguas pluviales para adecuarse los posibles efectos del cambio climático. Los esfuerzos deben permitir un control independiente de los recursos hídricos.
8. Asegurar la representatividad en los gobiernos. Las administraciones deberán tener en cuenta las opiniones y necesidades de todos los grupos. Para ellos es esencial que las comunidades se estructuren y organicen. En abril, por ejemplo, los grupos indígenas se reunieron en la Conferencia sobre Cambio Climático alternativo en Bolivia, un encuentro destinado a fomentar las alianzas internacionales entre los grupos insuficientemente representados.
9. Desarrollar y poner en práctica mejores políticas y reglamentos. La escasez de agua complica la seguridad alimentaria y la contaminación, por lo que los gobiernos tienen que tomar medidas que consideren los efectos a medio y largo plazo. A modo de ejemplo de la disparidad de actuaciones, el gobierno de EE.UU. está considerando expandir la Ley de Agua Limpia para garantizar mayor protección, mientras que Rusia ha aprobado vertido de residuos al lago Baikal.
10. Mejora de la gestión de ecosistemas. Debe aplicarse una gestión integral con un enfoque práctico y de sentido común para la supervisión de los recursos naturales, teniendo en cuenta consideraciones económicas, culturales y los objetivos ecológicos. Un buen ejemplo de gestión integral son las comunidades que tienen plantas de tratamiento de aguas residuales que son utilizadas para riego y fertilización de cultivos energéticos locales.
11. Mejorar la infraestructura de distribución. Las deficiencias en la distribución tienen un impacto serio en la utilización de los recursos, la salud y la economía. El problema no se limita al mundo en desarrollo.
12. Reducir la huella del agua corporativa. Las industrias dan cuenta de aproximadamente el 22 por ciento del consumo de agua a escala mundial. La huella corporativa incluye el agua que se consume directa e indirectamente cuando los bienes son producidos. La fabricación sostenible alcanzará importancia desde el punto de vista económico y de imagen.
13. Generar los marcos institucionales internacionales y la cooperación. Los acuerdos regionales sobre recursos transfronterizos o compartidos, tales como el Pacto de los Grandes Lagos en los EE.UU o del Nilo en África, son difíciles de ratificar. Sin embargo serán esenciales para afrontar el futuro en diversas regiones.
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