ganado en busca de una bicicleta ¿que sintió Roberto cuando termino su trabajo? ayudaa Qué extraño! ¡Cavar en busca de una bicicleta! ¿A quién se le ocurre? Pero Roberto cavó en busca de una bicicleta. Es posible que pienses: "Al encontrarla seguramente estaba completamente oxidada".No fue así, sin embargo. Estaba toda brillante y limpia, nuevecita y muy linda.Sucedió del siguiente modo:Roberto, que recién había cumplido once años, por mucho tiempo había deseado tener una bicicleta. De hecho, muchas veces le había pedido a su padre que le comprara una. Pero cada vez que la había pedido, papá había dicho: "Lo siento, Roberto, pero no tengo dinero para comprar una bicicleta en este momento. Creo que tendrás que esperar un poco más".De ese modo Roberto había esperado y esperado, y mientras tanto todos sus amigos recibieron bicicletas, unos para la Navidad, y otros como regalo de cumpleaños.- ¿No hay alguna forma en que yo pudiera ganar dinero como para comprar una? -preguntó el muchacho.- Ahora estás pensando bien, hijo mío -dijo el papá-. Esa es la mejor forma que yo conozco de obtener dinero para las cosas que necesitamos. ¡Hay que ganarlo! Y siganas lo suficiente para comprar esa bicicleta, Roberto, permíteme decirte que la gozarás diez veces más que si algún tío rico te la regalara.- Pero, ¿qué puedo hacer paraganar el dinero? -preguntó Roberto.- Bueno -respondió el padre-, estoy muy ansioso de cultivar el jardín no tengo tiempo de hacerlo yo mismo.Tendré que pagar para que alguien lo haga. Ahora bien, si prometes cultivarloen forma cuidadosa como lo haría un adulto, sacando toda la maleza, entonces estaré dispuesto a contratarte para el trabajo.- ¿Y de veras me pagarás lo mismo que a cualquier otra persona? -preguntó Roberto con cierta duda.- Claro que sí -respondió su padre-.Te costara más tiempo que si lo hace un hombre con una cultivadora mecánica, pero la cantidad total que te pagaré por el trabajo será la misma que tendría que pagarle a él. Entonces, Roberto, ¿qué dices?- ¡Comenzaré en seguida -dijo Roberto-, si me muestras cómo hacerlo! Y así lo hizo.Quisiera que hubieras visto cavar. ¡Qué entusiasmo! ¡Cuánta persistencia! Temprano por la mañana, antes de ir a la escuela, Roberto estaba trabajando, y nuevamente lo hacía cuando volvía de la escuela.Metro a metro avanzó cavando el duro suelo, sinquejarse ni reclamar, y sin que hubiera necesidad de que se le recordara su deber.El papá de Roberto estaba feliz con el trabajo de su hijo, y declaró que antes que darle el trabajo a otra persona prefería que Roberto lo hiciera. Al oír esto, el niño se llenó de legítimo orgullo y satisfacción y continuó cavando más rápido y con mayor ahínco.Más de una vez se quedó hasta que se hizo de noche, y todos se preguntaban cómo todavía podía ver dónde poner su herramienta.Por fin se terminó la árdua y larga tarea, y cómo rebosaba de alegría el corazón de Roberto cuando por fin llegó el día en que se presentó ante su padre y le dijo:"¡Papá, ya está todo terminado!"Entonces llegó el momento aún más feliz cuando el papá de Roberto le pagó por su trabajo. Después vino el día en que ambos fueron a la ciudad y comenzaron a buscar la bicicleta. ¿Sería cuidadoso Roberto con su dinero? ¡Por supuesto que sí! Examinó cada bicicleta con mucho cuidado, y les hizo miles de difíciles preguntas a los pobres vendedores. Finalmente hizo su elección, pagó su dinero, y salió de la tienda con su preciosa bicicleta.Debido a que su padre no le permitió montarla en medio del tránsito, tuvo que empujarla hasta llegar a casa, pero no le importó. Y cuando comparaba su bicicleta con las de los otros muchachos del vecindario, se sentía seguro de que la suya era la mejor de todas.Y si quieres saber un secreto, te diré que Roberto aún aprecia mucho su bicicleta, a pesar de que ya tiene cinco años de uso. Sucede que el hecho de cavar en busca de ella lo hizo ser de mucho más valor para él que si tan sólo la hubiera recibido como regalo.Arturo S. Maxwell.I. Responde adecuadamente:¿Qué idea tuvo Roberto para conseguir la bicicleta de sus sueños?¿Cómo reaccionó su papá?¿Qué sintió Roberto cuando terminó su trabajo?¿Por qué Roberto decía que la bicicleta que compró era la mejor?¿Crees realmente qué el papá de Roberto no tenía dinero o cuál habría sido su intención?¿Por qué las cosas que obtenemos mediante el trabajo tienen mayor valor que las cosas regaladas?II. Escribe V si es verdadero o F si es falso.( ) Roberto tenía once años.( ) Roberto recibió como regalo la bicicleta.( ) El papá era tacaño y no le compraba la bicicleta. ( ) Todos sus amigos ten​
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Qué  extraño!  ¡Cavar  en  busca  de  una  bicicleta!  ¿A  quién  se  le  ocurre?  Pero Roberto cavó en busca de una bicicleta. Es posible que pienses: "Al encontrarla seguramente estaba completamente oxidada". No fue así, sin embargo. Estaba toda brillante y limpia, nuevecita y muy linda. Sucedió del siguiente modo: Roberto, que recién había cumplido once años, por mucho tiempo había deseado tener una bicicleta. De hecho, muchas veces le había pedido a su padre que le comprara una. Pero cada vez que la había pedido, papá había dicho: "Lo siento, Roberto, pero no tengo dinero para comprar una bicicleta en este momento. Creo que tendrás que esperar un poco más". De ese modo Roberto había esperado y esperado, y mientras tanto todos sus amigos recibieron bicicletas, unos para la Navidad, y otros como regalo de cumpleaños. -    ¿No hay alguna forma en que yo pudiera ganar dinero como para comprar una? -preguntó el muchacho. -   Ahora estás pensando bien, hijo mío -dijo el papá-. Esa es la mejor forma que yo conozco de obtener dinero para las cosas que necesitamos. ¡Hay que ganarlo! Y si ganas lo suficiente para comprar esa bicicleta, Roberto, permíteme decirte que la gozarás diez veces más que si algún tío rico te la regalara. -   Pero, ¿qué puedo hacer para ganar el dinero? -preguntó Roberto. - Bueno -respondió el padre-, estoy muy ansioso de cultivar el jardín no tengo tiempo de hacerlo yo mismo.   Tendré que pagar para que alguien lo haga. Ahora bien, si prometes cultivarlo en forma cuidadosa como lo haría un adulto, sacando toda la maleza, entonces estaré dispuesto a contratarte para el trabajo. -    ¿Y de veras me pagarás lo mismo que a cualquier otra persona? -preguntó Roberto con cierta duda. -   Claro que sí -respondió su padre-. Te costara más tiempo que si lo hace un hombre con una cultivadora mecánica, pero la cantidad total que te pagaré por el trabajo será la misma que tendría que pagarle a él. Entonces, Roberto, ¿qué dices? -   ¡Comenzaré en seguida -dijo Roberto-, si me muestras cómo hacerlo! Y así lo hizo. Quisiera que hubieras visto cavar. ¡Qué entusiasmo! ¡Cuánta persistencia! Temprano por la mañana, antes de ir a la escuela, Roberto estaba trabajando, y nuevamente lo hacía cuando volvía de la escuela. Metro a metro avanzó cavando el duro suelo, sin quejarse ni reclamar, y sin que hubiera necesidad de que se le recordara su deber. El papá de Roberto estaba feliz con el trabajo de su hijo, y declaró que antes que darle el trabajo a otra persona prefería que Roberto lo hiciera. Al oír esto, el niño se llenó de legítimo orgullo y satisfacción y continuó cavando más rápido y con mayor ahínco. Más de una vez se quedó hasta que se hizo de noche, y todos se preguntaban cómo todavía podía ver dónde poner su herramienta. Por fin se terminó la árdua y larga tarea, y cómo rebosaba de alegría el corazón de Roberto cuando por fin llegó el día en que se presentó ante su padre y le dijo: "¡Papá, ya está todo terminado!" Entonces llegó el momento aún más feliz cuando el papá de Roberto le pagó por su trabajo. Después vino el día en que ambos fueron a la ciudad y comenzaron a buscar la bicicleta. ¿Sería cuidadoso Roberto con su dinero? ¡Por supuesto que sí! Examinó cada bicicleta con mucho cuidado, y les hizo miles de difíciles preguntas a los pobres vendedores. Finalmente hizo su elección, pagó su dinero, y salió de la tienda con su preciosa bicicleta. Debido a que su padre no le permitió montarla en medio del tránsito, tuvo que empujarla hasta llegar a casa, pero no le importó. Y cuando comparaba su bicicleta con las de los otros muchachos del vecindario, se sentía seguro de que la suya era la mejor de todas. Y si quieres saber un secreto, te diré que Roberto aún aprecia mucho su bicicleta, a pesar de que ya tiene cinco años de uso. Sucede que el hecho de cavar en busca de ella lo hizo ser de mucho más valor para él que si tan sólo la hubiera recibido como regalo. Arturo S. Maxwell.   I.        Responde adecuadamente:   ¿Qué idea tuvo Roberto para conseguir la bicicleta de sus sueños?      ¿Cómo reaccionó su papá?       ¿Qué sintió Roberto cuando terminó su trabajo?       ¿Por qué Roberto decía que la bicicleta que compró era la mejor?     ¿Crees realmente qué el papá de Roberto no tenía dinero o cuál habría sido su intención?     ¿Por qué las cosas que obtenemos mediante el trabajo tienen mayor valor que las cosas regaladas?     II.     Escribe V si es verdadero o F si es falso.   (    )     Roberto tenía once años. (    )     Roberto recibió como regalo la bicicleta. (        )        El papá era tacaño y no le compraba la bicicleta. (     )        Todos sus amigos ten ayuda porfavor doy corazón ​
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