Cerca de quince mil soldados campesinos apoyan a las fuerzas regulares del Ejército en las zonas de combate. Fue una figura que se creó dentro de las Fuerzas Militares para que los jóvenes del campo pudieran prestar su servicio militar en sus zonas de residencia. En los años de recrudecimiento del conflicto, la figura del soldado campesino fue desapareciendo y tomó un nuevo alcance al irse integrando a las fuerzas regulares, siendo utilizados en la estrategia de combate contra los grupos irregulares.
El soldado regular
Son más de 100 mil soldados que prestan servicio por término de dos años y son llevados a las zonas de conflicto. En los combates son apoyados por las fuerzas especiales u soldados profesionales que también tiene funciones de guerra. Una de las razones para que el conflicto se enfrente en su mayoría con estos jóvenes de estratos bajos, y que está por obligación en el Ejército, es que no hay suficientes voluntarios que pudieran cubrir las necesidades de las Fuerzas Militares para enfrentar los riesgos del conflicto armado.
Soldados Bachilleres
Soldados que prestan el servicio obligatorio durante un año no son llevados a zonas de combate pero son asignados a tareas operativas de oficina y en las calles de las ciudades. Pueden prestar el servicio en las diferentes fuerzas como Ejército, Armada Nacional, Fuerza Aérea, Policía, Inpec, etc. Algunos portan armas, menos en la Policía, donde son destinados a labores de apoyo en las calles y oficinas.
La mayor parte de las responsabilidades que tiene estos jóvenes están asociadas a tareas operativas y de guerra en las que los rangos bajos asumen el mayor riesgo. La mayoría de quienes mueren en combate provienen de familias humildes, cuyos hijos varones no han tenido la oportunidad de estudiar. Uno de los recursos que tiene los jóvenes de clase media y alta para eludir el servicio obligatorio, es estar matriculados en la universidad, algo que para los jóvenes más pobres es imposible de pagar con los ingresos de sus familias que en muchos casos, no alcanzan ni siquiera a un salario mínimo.
Soldados Campesinos
Cerca de quince mil soldados campesinos apoyan a las fuerzas regulares del Ejército en las zonas de combate. Fue una figura que se creó dentro de las Fuerzas Militares para que los jóvenes del campo pudieran prestar su servicio militar en sus zonas de residencia. En los años de recrudecimiento del conflicto, la figura del soldado campesino fue desapareciendo y tomó un nuevo alcance al irse integrando a las fuerzas regulares, siendo utilizados en la estrategia de combate contra los grupos irregulares.
El soldado regular
Son más de 100 mil soldados que prestan servicio por término de dos años y son llevados a las zonas de conflicto. En los combates son apoyados por las fuerzas especiales u soldados profesionales que también tiene funciones de guerra. Una de las razones para que el conflicto se enfrente en su mayoría con estos jóvenes de estratos bajos, y que está por obligación en el Ejército, es que no hay suficientes voluntarios que pudieran cubrir las necesidades de las Fuerzas Militares para enfrentar los riesgos del conflicto armado.
Soldados Bachilleres
Soldados que prestan el servicio obligatorio durante un año no son llevados a zonas de combate pero son asignados a tareas operativas de oficina y en las calles de las ciudades. Pueden prestar el servicio en las diferentes fuerzas como Ejército, Armada Nacional, Fuerza Aérea, Policía, Inpec, etc. Algunos portan armas, menos en la Policía, donde son destinados a labores de apoyo en las calles y oficinas.
La mayor parte de las responsabilidades que tiene estos jóvenes están asociadas a tareas operativas y de guerra en las que los rangos bajos asumen el mayor riesgo. La mayoría de quienes mueren en combate provienen de familias humildes, cuyos hijos varones no han tenido la oportunidad de estudiar. Uno de los recursos que tiene los jóvenes de clase media y alta para eludir el servicio obligatorio, es estar matriculados en la universidad, algo que para los jóvenes más pobres es imposible de pagar con los ingresos de sus familias que en muchos casos, no alcanzan ni siquiera a un salario mínimo.