Podríamos asegurar la convivencia de los 9 o 10 mil millones de habitantes para el año 2050 si es que sin falta y de manera rápida si logramos:
Aumentar los rendimientos en la agricultura sin aumentar su huella ecológica.
No arrasar con más bosques y potenciar las explotaciones forestales certificadas. Unos 6.000 metros cuadrados de bosque tropical desaparece cada segundo.
Optimizar el agua que se usa para consumo humano, industrial, agrícola, pecuario, minero entre otros.
Reducir la generación de sustancias contaminantes y peligrosas para darles el uso, almacenamiento, tratamiento y disposición final adecuado.
Reducir drásticamente las pérdidas y desechos de alimentos que en la actualidad significan cantidades increíbles (30% de la producción mundial que equivale a 1.300 millones de toneladas al año cuando hay en la actualidad 870 millones de personas víctimas de la hambruna).
Habilitar las tierras productivas que están degradadas o afectadas por la erosión para minimizar la habilitación de nuevos terrenos agropecuarios.
Reemplazar la actual matriz energética reduciendo drásticamente el uso de combustibles fósiles para dar lugar a las energías alternativas, renovables y limpias. Debe eliminarse los casi 700 mil millones de dólares en subvenciones al sector del petróleo y al carbón para integrar la generación de energías renovables alternativas como la solar, eólica, y otras.
Reducir el consumo de energía en todos los escenarios valiéndonos de la optimización en su uso, la educación ciudadana, el desarrollo tecnológico que favorezca a esa disminución.
Solución a la crisis ecológica.
Podríamos asegurar la convivencia de los 9 o 10 mil millones de habitantes para el año 2050 si es que sin falta y de manera rápida si logramos:
Aumentar los rendimientos en la agricultura sin aumentar su huella ecológica.
No arrasar con más bosques y potenciar las explotaciones forestales certificadas. Unos 6.000 metros cuadrados de bosque tropical desaparece cada segundo.
Optimizar el agua que se usa para consumo humano, industrial, agrícola, pecuario, minero entre otros.
Reducir la generación de sustancias contaminantes y peligrosas para darles el uso, almacenamiento, tratamiento y disposición final adecuado.
Reducir drásticamente las pérdidas y desechos de alimentos que en la actualidad significan cantidades increíbles (30% de la producción mundial que equivale a 1.300 millones de toneladas al año cuando hay en la actualidad 870 millones de personas víctimas de la hambruna).
Habilitar las tierras productivas que están degradadas o afectadas por la erosión para minimizar la habilitación de nuevos terrenos agropecuarios.
Reemplazar la actual matriz energética reduciendo drásticamente el uso de combustibles fósiles para dar lugar a las energías alternativas, renovables y limpias. Debe eliminarse los casi 700 mil millones de dólares en subvenciones al sector del petróleo y al carbón para integrar la generación de energías renovables alternativas como la solar, eólica, y otras.
Reducir el consumo de energía en todos los escenarios valiéndonos de la optimización en su uso, la educación ciudadana, el desarrollo tecnológico que favorezca a esa disminución.