La composición de la Real Hacienda e intendencia de ejército era muy sencilla. Existía un intendente que ejercía la máxima autoridad fiscal en la colonia, el cual estaba solo subordinado al rey; su sede era Caracas. Los gobernadores de las provincias eran sus delegados y, en consecuencia, dejaron de tener injerencia directa en las cuestiones de la Real Hacienda. Contaba para cumplir con sus funciones con los antiguos oficiales reales, con los administradores, con la Contaduría General y con la Tesorería General.
Su función principal era centralizar todo lo relativo a la cuestión fiscal, pero intervenía además en asuntos económicos, políticos y administrativos, tales como los destinados a fomentar la agricultura, la cría, el comercio, la industria, la construcción de las vías de comunicación, de puertos y de poblaciones.
La composición de la Real Hacienda e intendencia de ejército era muy sencilla. Existía un intendente que ejercía la máxima autoridad fiscal en la colonia, el cual estaba solo subordinado al rey; su sede era Caracas. Los gobernadores de las provincias eran sus delegados y, en consecuencia, dejaron de tener injerencia directa en las cuestiones de la Real Hacienda. Contaba para cumplir con sus funciones con los antiguos oficiales reales, con los administradores, con la Contaduría General y con la Tesorería General.
Su función principal era centralizar todo lo relativo a la cuestión fiscal, pero intervenía además en asuntos económicos, políticos y administrativos, tales como los destinados a fomentar la agricultura, la cría, el comercio, la industria, la construcción de las vías de comunicación, de puertos y de poblaciones.