La ley de conservación de la materia aplica en la mayoría de los procesos, donde la energía implicada es de unos valores no demasiado grandes. Existen explosiones nucleares y otros procesos (estrellas, etc) donde hay que tener en cuenta la equivalencia masa-energía E=mc2.
Por eso no decimos en TODOS los procesos, pero sí podemos decir en todos los proceso habituales, se conserva la masa. De forma que la masa de la leche + la del cuajo o fermentos vegetales, según sea el caso, debe ser igual a la suma de la masa del queso + la masa del suero, más (en el caso de producirse como consecuencia de la fermentación) de algún gas que pueda desprenderse.
La masa que entra en el proceso debe ser igual a la masa final.
La ley de conservación de la materia aplica en la mayoría de los procesos, donde la energía implicada es de unos valores no demasiado grandes. Existen explosiones nucleares y otros procesos (estrellas, etc) donde hay que tener en cuenta la equivalencia masa-energía E=mc2.
Por eso no decimos en TODOS los procesos, pero sí podemos decir en todos los proceso habituales, se conserva la masa. De forma que la masa de la leche + la del cuajo o fermentos vegetales, según sea el caso, debe ser igual a la suma de la masa del queso + la masa del suero, más (en el caso de producirse como consecuencia de la fermentación) de algún gas que pueda desprenderse.
La masa que entra en el proceso debe ser igual a la masa final.