Hemos visto que uno de los criterios de la estructura social de la colonia fue el prejuicio racial. Esto se debió a la convivencia en nuestro país de tres razas: la cobriza (aborigen), la blanca (europea) y la negra (africana), lo cual motivó una mezcla étnica. En esta mezcla los españoles (blancos), en tantos conquistadores del territorio, establecieron a su raza como superior frente a las otras. Alrededor de la raza blanca la sociedad colonial situó al individuo dentro de un grupo que denominó castas. Las castas fueron grupos humanos con rasgos raciales característicos y que influyeron en la determinación de la categoría social. Entre las castas más comunes se tuvo: EL mestizo, mezcla de blanco con indígena. Los habían de diferentes categorías: el mestizo real, de español conquistador y noble incaica; el mestizo claro, salido de la unión del mestizo real con el español; el mestizo denominado cholo, cuyos padres eran el mestizo claro y el indígena. Por último estaba el quinterón, hijo de indígena con cholo. El mulato, nacido de la unión del blanco con el negro, cuando el mulato se unía en segunda, tercera o cuarta instancia con el español, resultaba el segundón, tercerón o cuarterón respectivamente Otras variaciones dentro de la raza negra fueron saltos atrás, salido de la unión del mulato con el cuarterón, y el tinte en el aire, mezcla de padres segundones, tercerones o cuarterones. El zambo, resultado de la unión del indio con el negro. Esta mezcla estaba prohibida por ser “causa de encono y daño en el reino”. Pero también hubo grupos de raza pura, a los que se denominó en forma caprichosa. Así, estaba el criollo o español americano; el indio ladino, nativo adaptado a la cultura europea; el negro bozal, africano recién traído y el negro ladino, esclavo nacido en América y partícipe de las culturas criollas. El cruce de los tres grupos raciales más importantes: el español, el indígena y el africano, gestaría en América un sinnúmero de variedades raciales, cuyo resultado inicial dio origen a los mestizos, los mulatos y los zambos o chinos, productos del cruce de sangre española e india, española y negra, y negra e india respectivamente.
español+india=mestizo
indio+negra=zambo
Hemos visto que uno de los criterios de la estructura social de la colonia fue el prejuicio racial. Esto se debió a la convivencia en nuestro país de tres razas: la cobriza (aborigen), la blanca (europea) y la negra (africana), lo cual motivó una mezcla étnica. En esta mezcla los españoles (blancos), en tantos conquistadores del territorio, establecieron a su raza como superior frente a las otras. Alrededor de la raza blanca la sociedad colonial situó al individuo dentro de un grupo que denominó castas.
Las castas fueron grupos humanos con rasgos raciales característicos y que influyeron en la determinación de la categoría social. Entre las castas más comunes se tuvo:
EL mestizo, mezcla de blanco con indígena. Los habían de diferentes categorías: el mestizo real, de español conquistador y noble incaica; el mestizo claro, salido de la unión del mestizo real con el español; el mestizo denominado cholo, cuyos padres eran el mestizo claro y el indígena. Por último estaba el quinterón, hijo de indígena con cholo.
El mulato, nacido de la unión del blanco con el negro, cuando el mulato se unía en segunda, tercera o cuarta instancia con el español, resultaba el segundón, tercerón o cuarterón respectivamente
Otras variaciones dentro de la raza negra fueron saltos atrás, salido de la unión del mulato con el cuarterón, y el tinte en el aire, mezcla de padres segundones, tercerones o cuarterones.
El zambo, resultado de la unión del indio con el negro. Esta mezcla estaba prohibida por ser “causa de encono y daño en el reino”.
Pero también hubo grupos de raza pura, a los que se denominó en forma caprichosa. Así, estaba el criollo o español americano; el indio ladino, nativo adaptado a la cultura europea; el negro bozal, africano recién traído y el negro ladino, esclavo nacido en América y partícipe de las culturas criollas.
El cruce de los tres grupos raciales más importantes: el español, el indígena y el africano, gestaría en América un sinnúmero de variedades raciales, cuyo resultado inicial dio origen a los mestizos, los mulatos y los zambos o chinos, productos del cruce de sangre española e india, española y negra, y negra e india respectivamente.