chicapug2004
La deconstrucci�n de un discurso, la desarticulaci�n de aquello que di-rige los enunciados y la forma en que se rigen unos a otros, con tal de constituir un conjunto de proposiciones aceptables cient�ficamente y susceptibles, en consecuencia de ser verificadas o invalidadas mediante procedimientos cient�ficos, pasa por el desmontaje de sus conceptos, sus ideas fundamentales, pretendidamente irreducibles. La psicolog�a moderna, en tanto disciplina cient�fica que pretende ser, no solamente se ha hecho culpable de contribuir significativamente a la mixtificaci�n del saber y de las representaciones que el hombre ha construido con respecto de s� mismo y de aquello que denomina su mundo, sino que, a la vez, se ha encarnado en una serie de sofisticados dispositivos tecnol�gicos y de artefactos especializados, destinados a perpetuar y sostener las relaciones de poder actuales. Una v�a posible, si es que uno se propone avanzar en la tarea de desarticular un cierto discurso, es la de efectuar determinadas distinciones conceptuales hacia su mismo �interior� [1] , esto es, definiendo lo que convencionalmente se suele llamar su objeto, delimitando, con ello, la forma a trav�s de la cual ha de desarrollarse la aproximaci�n a dicho objeto [2] por parte del discurso en cuesti�n. A continuaci�n, con el prop�sito de distinguir y analizar el modo espec�fico mediante el cual el discurso psicol�gico ha contribuido a obstaculizar cualquier proyecto enfocado hacia una cr�tica de los discursos amos, portadores y sost�n de los poderes se�oriales, se tratar� de establecer, desde un punto de vista, la especificidad del discurso psicol�gico haciendo alusi�n a aquellos elementos que juegan un papel elemental en su producci�n y a las reglas �internas� de la pr�ctica del razonamiento que lo caracteriza y distingue en su car�cter �nico e inconfundible. Dado que la psicolog�a, en tanto formaci�n discursiva, m�s que distinguirse por un cuerpo articulado de conocimientos, perfectamente reconocibles y separables, se caracteriza por un cierto modo de conocer, un m�todo operacionalizado, una Art und Weise propia e inconfundible de comprender y establecer un saber distintivo y determinado, su descentramiento por consiguiente tendr� que pasar por el desenmascaramiento de su proceder, el develamiento del horizonte de significaciones previas en el cual ella se instala.