Que relacion hay entre los estereotipos y los medios de comunicacion? en este texto: "Saber qué es y por qué tiene éxito un estereotipo no nos explica cómo surgen y cómo se utilizan en la sociedad. Este es su
aspecto más social y es el que se vincula especialmente con los medios de comunicación. Esta relación medios/estereotipos nos
permite estudiar el nexo entre imagen e ideología y nos introduce en el tema de la “adecuación a lo real”. ¿Cuán verdaderos son
los estereotipos? ¿Cuán falsos son?
Existen ejemplos donde los estereotipos no se adecuan a lo real, sencillamente porque no hay un conocimiento real previo. En
este caso los medios son los mediadores absolutos y las fuentes esenciales de información para el conocimiento de los otros o de
lo otro. El impacto de estas representaciones resulta poderoso sobre todo respecto de los grupos de los que no se tiene un
conocimiento directo. Qué sabemos nosotros de los musulmanes o de cómo era América antes de la conquista. Nuestro
conocimiento, salvo un estudio particular o una especialización en el tema, es siempre indirecto y mediático, entendiendo el
término mediático en sentido amplio.
Pero los estereotipos no impactan exclusivamente en estos casos, demuestran también su eficacia aun con las representaciones
que nos hacemos de aquellos grupos o sectores con los que se tiene contacto cotidiano. Hay numerosos estudios sobre la imagen
de la mujer o sobre la influencia de la TV en los niños que demuestran que el contacto repetido con representaciones enteramente
construidas favorece determinados aprendizajes sociales. Para dar dos ejemplos de los más conocidos: la repetición multiplicada
hasta el infinito que impone un determinado modelo de belleza de cuerpo femenino o el desarrollo dicotómico del pensamiento en los niños, esto es, pensar en términos de buenos y malos, feos y lindos, héroes y malvados, etc. Método con el cual están
construidos la mayoría de los productos destinados a ese sector.
A esta altura de las investigaciones en comunicación, resulta obvio decir que los medios no son omnipotentes, sino que funcionan
reforzando opiniones ya establecidas, instalando temas de agenda, actuando de manera propagadora, imponiendo temas de
conversación, etc. Bourdieu denominó “circulación circular de la información” a esta forma de reproducir, como en juego de
espejos, la información y los contenidos mediáticos. Esto se ve agravado por la estructura hiperconcentrada de los medios y por la
homogeneidad resultante de la supuesta competencia. La búsqueda de sensacionalismo, que antes estaba circunscripta a un tipo
particular de periodismo, se extendió y ahora es muy difícil distinguir lo “serio” de lo “amarillo”. La búsqueda de audiencia y rating
lleva a imponer lo espectacular y extraordinario como lógica de todo el campo. El uso de estereotipos en los medios está
íntimamente ligado a esta situación del mercado. Cuanto más amplio es el público al que se quiere acceder, más superficial serán
los contenidos y las formas a emitir: se homogeneiza la información, se liman las posibles asperezas, se banaliza, se ignoran los
conflictos, se esquivan las contradicciones. En una palabra, se despolitiza. Para lograr el éxito rápido de una comedia de TV, por
ejemplo, se necesita el rápido reconocimiento de los personajes por parte de la audiencia. Los estereotipos aquí funcionan como
atajos. Aunque uno se pierda varios capítulos, se reconoce inmediatamente al personaje y se puede continuar viendo la tira. Parte
del éxito es que el público reconoce estas tipologías. El otro tema está relacionado con los costos y los tiempos de preparación
que exige una tira diaria. Por sus tiempos de producción, por el afán de abarcar el mayor número de público posible, por el propio
funcionamiento de los medios, las explicaciones y presentaciones de los temas son superficiales, reduccionistas, simplificadoras. O sea, actúan a través de estereotipos. Los medios no explican los cambios en las condiciones sociales en términos históricos ni
podrían hacerlo por sí solos. El resultado es que la historia se evapora y se reemplaza por datos anecdóticos, historias individuales
que, más que ser representativas, buscan por el contrario un cierto grado de excepcionalidad. Esto crea un “efecto de realidad”: se
hace cotidiano lo extraordinario, y se ignora lo cotidiano. La imagen da vida, crea ideas y representaciones, que ayudan a su vez
a transformar esas representaciones en realidad"
los contenidos y las formas a emitir: se homogeneiza la información, se liman las posibles asperezas, se banaliza, se ignoran los
conflictos, se esquivan las contradicciones-.