1.-Frituras: muchas veces se ha recomendado evitar el uso de frituras por su gran contenido de grasas trans y con ello la prevención de niveles alterados de colesterol y accidentes cardiovasculares, los cuales han aumentado su prevalencia en los últimos años en niños menores de 15 años. Además varios estudios han comprobado que el consumo en forma abundante y frecuente de frituras en niñas causaría infertilidad en la edad fértil.
2.-Margarina y alimentos ricos en grasas hidrogenadas: la margarina se forma a partir de la hidrogenación de ácidos grasos poliinsaturados como el aceite, sin embargo este proceso también genera la aparición en el alimento de grasas trans cuyo daño ya se comentó en el punto anterior. Pero además es un producto que contiene altas cantidades de sal, lo cual favorece aún más, la ocurrencia de enfermedades ligadas al corazón y accidentes cerebro y cardio vasculares.
3.-Cereales de caja: Una investigación de Consumers International, asociación mundial de consumidores, señala: “Un estudio global muestra niveles alarmantes de azúcar y sal en muchos cereales, especialmente en los dirigidos a los niños”. Lo cual es muy cierto, aun cuando señalen ser ricos en fibra, lo que de alguna manera podría contrarrestar su efecto nocivo, siendo esto cierto sólo hasta cierto punto. En este caso es mucho mejor volver a los cereales antiguos como el avena que si ha demostrado fehacientemente sus propiedades saludables.
4.-Bebidas gaseosas: las bebidas de fantasía no son más que agua, colorante y altos niveles de azúcar, con lo cual lo único que hacen es engordar y aumentar las posibilidades de padecer diabetes en edades tempranas. Además es bueno señalar que los excesos de azúcar en nuestro organismo se convierten en grasas y de esa forma también favorece que ésta se deposite en las arterias pudiendo causar accidentes vasculares e infartos en edades tempranas.
5.-Bebidas cola: hago esta diferenciación porque éstas son sin lugar a dudas las más dañinas por su alto contenido de cafeína y su gran acidez. De hecho se ha comprobado que daña y destruye el esmalte dental, con lo que propicia en mayor forma la aparición de caries. Además irrita las mucosas de nuestro tracto digestivo y debido a la cafeína puede causar arritmias y subidas de presión, sin dejar de señalar que actúa sobre nuestro estado de alerta y con ello impacta sobre nuestro sistema nervioso, lo que se puede traducir en presencia de insomnio
6.- Jugos en polvo: los jugos en polvo poseen aparte de azúcar en latas cantidades, altas concentraciones de colorantes. Uno de los principales colorantes utilizados en Chile es la tartrasina, un colorante de tono amarillo. Estudios clínicos han señalado que si un niño consume muchos milígramos de tartrasina al día, al cabo de un período de ocho o diez años podría mostrar efectos en su salud a nivel respiratorio, como asma y alergia severa.
7.- Caramelos: estos dulces, como su nombre lo indica también poseen grandes cantidades de azúcar y colorantes, cuyo efecto ya comentamos en parte. Sin embargo hace algunos años un grupo de pediatras descubrió que la ingestión de altas concentraciones de colorantes genera efectos como excitación sicomotora e incapacidad de concentración en los niños, por lo que su consumo en menores con déficit atencional e hiperactivos debe ser cuidadosa.
8.- Alimentos light, bajos en grasa y diet: Muchos de estos alimentos contienen aspartame, fructosa o sucrosa. Pero además de esto, es un hecho que la perdida de grasas y de azúcar vuelve a los alimentos más insípidos y para contrarrestar esto, se recurre a cantidades poco saludables de saborizantes, colorantes y edulcorantes artificiales, que si bien no aportan calorías poseen un poder de dulzor más alto y con ello el cerebro eleva el umbral del sabor. El problema de esto es que al querer volver a usar productos normales, el sabor encontrado es menor al que se acostumbró con el uso de sustancias light y por ende el saborizante natural se agrega ahora en mayor cantidad.
9.- Chicle: el chicle, al ser un alimento que se mastica pero que solo se traga saliva, genera impulsos nerviosos que permiten echar a andar una serie de mecanismos digestivos, como por ejemplo la secreción de ácido clorhídrico, los cuales al no haber alimento en el estómago puede generar irritación e incluso úlceras. Además mal acostumbra a el organismo a tener algo en la boca y masticar lo cual, genera en la persona a mantener su mandíbula ocupada. Ello se puede traducir en una necesidad de comer constantemente “algo” y favorecer la el sobre peso y la obesidad.
Explicación:
yo digo que deberíamos evitar la comida chatarra o no ingerirlos muy seguido porque nos haría daño a nuestro organismo
Respuesta:
1.-Frituras: muchas veces se ha recomendado evitar el uso de frituras por su gran contenido de grasas trans y con ello la prevención de niveles alterados de colesterol y accidentes cardiovasculares, los cuales han aumentado su prevalencia en los últimos años en niños menores de 15 años. Además varios estudios han comprobado que el consumo en forma abundante y frecuente de frituras en niñas causaría infertilidad en la edad fértil.
2.-Margarina y alimentos ricos en grasas hidrogenadas: la margarina se forma a partir de la hidrogenación de ácidos grasos poliinsaturados como el aceite, sin embargo este proceso también genera la aparición en el alimento de grasas trans cuyo daño ya se comentó en el punto anterior. Pero además es un producto que contiene altas cantidades de sal, lo cual favorece aún más, la ocurrencia de enfermedades ligadas al corazón y accidentes cerebro y cardio vasculares.
3.-Cereales de caja: Una investigación de Consumers International, asociación mundial de consumidores, señala: “Un estudio global muestra niveles alarmantes de azúcar y sal en muchos cereales, especialmente en los dirigidos a los niños”. Lo cual es muy cierto, aun cuando señalen ser ricos en fibra, lo que de alguna manera podría contrarrestar su efecto nocivo, siendo esto cierto sólo hasta cierto punto. En este caso es mucho mejor volver a los cereales antiguos como el avena que si ha demostrado fehacientemente sus propiedades saludables.
4.-Bebidas gaseosas: las bebidas de fantasía no son más que agua, colorante y altos niveles de azúcar, con lo cual lo único que hacen es engordar y aumentar las posibilidades de padecer diabetes en edades tempranas. Además es bueno señalar que los excesos de azúcar en nuestro organismo se convierten en grasas y de esa forma también favorece que ésta se deposite en las arterias pudiendo causar accidentes vasculares e infartos en edades tempranas.
5.-Bebidas cola: hago esta diferenciación porque éstas son sin lugar a dudas las más dañinas por su alto contenido de cafeína y su gran acidez. De hecho se ha comprobado que daña y destruye el esmalte dental, con lo que propicia en mayor forma la aparición de caries. Además irrita las mucosas de nuestro tracto digestivo y debido a la cafeína puede causar arritmias y subidas de presión, sin dejar de señalar que actúa sobre nuestro estado de alerta y con ello impacta sobre nuestro sistema nervioso, lo que se puede traducir en presencia de insomnio
6.- Jugos en polvo: los jugos en polvo poseen aparte de azúcar en latas cantidades, altas concentraciones de colorantes. Uno de los principales colorantes utilizados en Chile es la tartrasina, un colorante de tono amarillo. Estudios clínicos han señalado que si un niño consume muchos milígramos de tartrasina al día, al cabo de un período de ocho o diez años podría mostrar efectos en su salud a nivel respiratorio, como asma y alergia severa.
7.- Caramelos: estos dulces, como su nombre lo indica también poseen grandes cantidades de azúcar y colorantes, cuyo efecto ya comentamos en parte. Sin embargo hace algunos años un grupo de pediatras descubrió que la ingestión de altas concentraciones de colorantes genera efectos como excitación sicomotora e incapacidad de concentración en los niños, por lo que su consumo en menores con déficit atencional e hiperactivos debe ser cuidadosa.
8.- Alimentos light, bajos en grasa y diet: Muchos de estos alimentos contienen aspartame, fructosa o sucrosa. Pero además de esto, es un hecho que la perdida de grasas y de azúcar vuelve a los alimentos más insípidos y para contrarrestar esto, se recurre a cantidades poco saludables de saborizantes, colorantes y edulcorantes artificiales, que si bien no aportan calorías poseen un poder de dulzor más alto y con ello el cerebro eleva el umbral del sabor. El problema de esto es que al querer volver a usar productos normales, el sabor encontrado es menor al que se acostumbró con el uso de sustancias light y por ende el saborizante natural se agrega ahora en mayor cantidad.
9.- Chicle: el chicle, al ser un alimento que se mastica pero que solo se traga saliva, genera impulsos nerviosos que permiten echar a andar una serie de mecanismos digestivos, como por ejemplo la secreción de ácido clorhídrico, los cuales al no haber alimento en el estómago puede generar irritación e incluso úlceras. Además mal acostumbra a el organismo a tener algo en la boca y masticar lo cual, genera en la persona a mantener su mandíbula ocupada. Ello se puede traducir en una necesidad de comer constantemente “algo” y favorecer la el sobre peso y la obesidad.