Hemos vivido en una impostura. Creíamos que podíamos suplantar a la sociedad para ofrecérsela a nuestros estudiantes en píldoras bien compactadas que debían ingerir en tomas regulares. Para ello asumíamos tan pronto la voz de la agricultura y la ganadería como la de los pueblos prerrománicos; pretendíamos haber descubierto el movimiento de los átomos justo antes de resolver el problema del calentamiento global; declamábamos con sentimiento el poema que no habíamos escrito y después narrábamos con familiaridad los enfrentamientos entre los miembros de una generación literaria que se extinguió mucho antes de que nosotros naciéramos. Ser docente significaba ponerse todas las máscaras según indicaban el horario y el libro de texto y pretender, además, que todas eran ciertas y todas nos pertenecían.
Sin embargo, esta simulación ha entrado en quiebra. Por un lado hemos tomado conciencia de la imposibilidad de conocerlo todo: según unos, el conocimiento está en expansión y, según otros, el propio concepto de “verdad” está cuestionado y no podemos estar convencidos de que nada sea verdad para siempre. En cualquier caso, el docente enciclopedia es un imposible teórico y práctico, qué le vamos a hacer.
Hemos vivido en una impostura. Creíamos que podíamos suplantar a la sociedad para ofrecérsela a nuestros estudiantes en píldoras bien compactadas que debían ingerir en tomas regulares. Para ello asumíamos tan pronto la voz de la agricultura y la ganadería como la de los pueblos prerrománicos; pretendíamos haber descubierto el movimiento de los átomos justo antes de resolver el problema del calentamiento global; declamábamos con sentimiento el poema que no habíamos escrito y después narrábamos con familiaridad los enfrentamientos entre los miembros de una generación literaria que se extinguió mucho antes de que nosotros naciéramos. Ser docente significaba ponerse todas las máscaras según indicaban el horario y el libro de texto y pretender, además, que todas eran ciertas y todas nos pertenecían.
Sin embargo, esta simulación ha entrado en quiebra. Por un lado hemos tomado conciencia de la imposibilidad de conocerlo todo: según unos, el conocimiento está en expansión y, según otros, el propio concepto de “verdad” está cuestionado y no podemos estar convencidos de que nada sea verdad para siempre. En cualquier caso, el docente enciclopedia es un imposible teórico y práctico, qué le vamos a hacer.