Debes dar sacrificio perfecto a los Dioses Inmortales*, es decir, mantener tu fe, venerar a los grandes héroes y estar en armonía con el mundo que te rodea.
Purificación
Respeta a tu madre y padre y también a tus prójimos.
Elige para ti un amigo verdaderamente sabio, escucha sus consejos y sigue su ejemplo. No te enemistes con aquel amigo por razones insignificantes.
Acuérdate de la ley de causa y efecto en tu vida.
Está dada a ti la posibilidad de superar tus pasiones. ¡Así que doma en ti mismo, con un gran esfuerzo de voluntad, la codicia, la pereza, las pasiones sexuales y el enojo irrazonable!
Sea que estés solo o con personas, ten miedo de hacer algo malo. ¡Guarda tu honor!
Sé siempre justo en tus palabras y actos, siguiendo en éstos a las exigencias de la razón y de la ley.
No olvides que el destino inevitable lleva a todas las personas a la muerte.
Acuérdate que los bienes terrenales se dan fácilmente a las personas y de la misma manera se quitan fácilmente.
En cuanto a los infortunios, que vienen a las personas según sus destinos, debes soportarlos con paciencia dócil. Con todo, esfuérzate por aliviar el dolor en lo posible. Y recuerda que los Dioses Inmortales no dan a las personas pruebas que sean superiores a sus fuerzas.
Las personas tienen muchas posibilidades para elegir. Entre éstas, hay muchas buenas y muchas malas. Por eso hay que examinarlas atentamente con el fin de escoger para sí un camino digno.
Si el error entre las personas prevalece sobre la verdad, el sabio se aparta y espera hasta que la verdad reine de nuevo.
Escucha con atención lo que voy a decir y guárdalo en la memoria:
¡Que no te turben los actos y pensamientos de otras personas! ¡Que no te induzcan a las palabras y los actos dañinos!
¡Escucha los consejos de los demás y reflexiona tú mismo incansablemente! ¡Pues sólo un tonto actúa sin pensar con antelación!
¡Haz sólo aquello que no te suma después en la aflicción y que no te cause remordimientos de conciencia!
¡No oses empezar enseguida el trabajo que no sabes cómo hacer, sino que apréndelo primero! ¡Sólo entonces tendrás éxito!
¡No debes extenuar tu cuerpo! ¡Por el contrario, trata de dar a éste la comida, la bebida y el ejercicio con medida para que se fortalezca sin saber de los excesos ni de la pereza!
Mantén, en lo posible, orden en tu vida. ¡Echa fuera el lujo en todo! Pues éste provoca la envidia en los demás.
¡Ten miedo de ser avaro!
¡Ten miedo también de malversar los bienes como los holgazanes lo hacen!
¡Haz sólo aquello que no te arruine ni ahora ni en el futuro! Por consiguiente, premedita cada uno de tus pasos y actos.
Perfección
Que no llegue el sueño a tus ojos cansados antes de que recuerdes tres veces todos tus actos r
Debes dar sacrificio perfecto a los Dioses Inmortales*, es decir, mantener tu fe, venerar a los grandes héroes y estar en armonía con el mundo que te rodea.
Purificación
Respeta a tu madre y padre y también a tus prójimos.
Elige para ti un amigo verdaderamente sabio, escucha sus consejos y sigue su ejemplo. No te enemistes con aquel amigo por razones insignificantes.
Acuérdate de la ley de causa y efecto en tu vida.
Está dada a ti la posibilidad de superar tus pasiones. ¡Así que doma en ti mismo, con un gran esfuerzo de voluntad, la codicia, la pereza, las pasiones sexuales y el enojo irrazonable!
Sea que estés solo o con personas, ten miedo de hacer algo malo. ¡Guarda tu honor!
Sé siempre justo en tus palabras y actos, siguiendo en éstos a las exigencias de la razón y de la ley.
No olvides que el destino inevitable lleva a todas las personas a la muerte.
Acuérdate que los bienes terrenales se dan fácilmente a las personas y de la misma manera se quitan fácilmente.
En cuanto a los infortunios, que vienen a las personas según sus destinos, debes soportarlos con paciencia dócil. Con todo, esfuérzate por aliviar el dolor en lo posible. Y recuerda que los Dioses Inmortales no dan a las personas pruebas que sean superiores a sus fuerzas.
Las personas tienen muchas posibilidades para elegir. Entre éstas, hay muchas buenas y muchas malas. Por eso hay que examinarlas atentamente con el fin de escoger para sí un camino digno.
Si el error entre las personas prevalece sobre la verdad, el sabio se aparta y espera hasta que la verdad reine de nuevo.
Escucha con atención lo que voy a decir y guárdalo en la memoria:
¡Que no te turben los actos y pensamientos de otras personas! ¡Que no te induzcan a las palabras y los actos dañinos!
¡Escucha los consejos de los demás y reflexiona tú mismo incansablemente! ¡Pues sólo un tonto actúa sin pensar con antelación!
¡Haz sólo aquello que no te suma después en la aflicción y que no te cause remordimientos de conciencia!
¡No oses empezar enseguida el trabajo que no sabes cómo hacer, sino que apréndelo primero! ¡Sólo entonces tendrás éxito!
¡No debes extenuar tu cuerpo! ¡Por el contrario, trata de dar a éste la comida, la bebida y el ejercicio con medida para que se fortalezca sin saber de los excesos ni de la pereza!
Mantén, en lo posible, orden en tu vida. ¡Echa fuera el lujo en todo! Pues éste provoca la envidia en los demás.
¡Ten miedo de ser avaro!
¡Ten miedo también de malversar los bienes como los holgazanes lo hacen!
¡Haz sólo aquello que no te arruine ni ahora ni en el futuro! Por consiguiente, premedita cada uno de tus pasos y actos.
Perfección
Que no llegue el sueño a tus ojos cansados antes de que recuerdes tres veces todos tus actos r