Horacio Oliveira en busca de sí mismo se enfrenta a distintas situaciones tanto amorosas, como intelectuales, MOMENTOS DE NOSTALGIA Y CONFUSION. A lo largo muestra se interés e indiferencia a ciertos acontecimientos de su vida cotidiana. En esa búsqueda Horacio plantea una especie de cielo.
La Maga: Era el amor de Oliveira, convivían en Francia. Algunos momentos que recordaba Horacio junto a la Maga por las calles de Paris: "...Comíamos hamburguers en Carrefour de l'Odeon, y nos íbamos en bicicleta a Montparnasse, a cualquier hotel, a cualquier almohada (...) conocíamos cada vez mejor la zona de baldíos (...) dejábamos las bicicletas en la calle y nos internábamos de a poco, parándonos a mirar el cielo porque esa es una de las pocas zonas de Paris donde el cielo vale mas que la tierra. Sentados en un montón de basuras nos sentábamos a fumar un rato, y la Maga me acariciaba el pelo o canturreaba melodías ni siquiera inventadas..." “...íbamos a los cines a ver películas mudas...”
Talita: Pasando a la otra de las “grandes” mujeres en la vida del protagonista de la antinovela, me baso ahora en un análisis de Talita. Su verdadero nombre es Atalía Donosi. Ella era la esposa de su amigo Manolo, y juntos lo van a recibir al puerto de regreso a Argentina. Ese fue el momento exacto en el que se vieron por primera vez.
La primera impresión que tuvo Talita sobre Horacio, no fue nada positiva, aunque esto fue cambiando con el pasar del tiempo: “...Ella estaba ofendida por la recepción de Oliveira, lo encontró positivamente desagradable y se volvió al circo donde trabajaba...” En el próximo fragmento que citaré se observa cómo evolucionó la relación Horacio-Talita: “...A veces Talita se sentaba frente a Oliveira para hacer juegos con el cementerio, o desafiarse a las preguntas-balanza que los divertía mucho. Se sentían muy bien juntos...”
Horacio Oliveira en busca de sí mismo se enfrenta a distintas situaciones tanto amorosas, como intelectuales, MOMENTOS DE NOSTALGIA Y CONFUSION. A lo largo muestra se interés e indiferencia a ciertos acontecimientos de su vida cotidiana. En esa búsqueda Horacio plantea una especie de cielo.
La Maga: Era el amor de Oliveira, convivían en Francia. Algunos momentos que recordaba Horacio junto a la Maga por las calles de Paris: "...Comíamos hamburguers en Carrefour de l'Odeon, y nos íbamos en bicicleta a Montparnasse, a cualquier hotel, a cualquier almohada (...) conocíamos cada vez mejor la zona de baldíos (...) dejábamos las bicicletas en la calle y nos internábamos de a poco, parándonos a mirar el cielo porque esa es una de las pocas zonas de Paris donde el cielo vale mas que la tierra. Sentados en un montón de basuras nos sentábamos a fumar un rato, y la Maga me acariciaba el pelo o canturreaba melodías ni siquiera inventadas..." “...íbamos a los cines a ver películas mudas...”
Talita: Pasando a la otra de las “grandes” mujeres en la vida del protagonista de la antinovela, me baso ahora en un análisis de Talita. Su verdadero nombre es Atalía Donosi. Ella era la esposa de su amigo Manolo, y juntos lo van a recibir al puerto de regreso a Argentina. Ese fue el momento exacto en el que se vieron por primera vez.
La primera impresión que tuvo Talita sobre Horacio, no fue nada positiva, aunque esto fue cambiando con el pasar del tiempo: “...Ella estaba ofendida por la recepción de Oliveira, lo encontró positivamente desagradable y se volvió al circo donde trabajaba...” En el próximo fragmento que citaré se observa cómo evolucionó la relación Horacio-Talita: “...A veces Talita se sentaba frente a Oliveira para hacer juegos con el cementerio, o desafiarse a las preguntas-balanza que los divertía mucho. Se sentían muy bien juntos...”