Durante los cambios ocurridos en Mesoamérica, entre los años 650 y 800 D.C., emergió la mítica, sagaz y guerrera cultura Tolteca. Una civilización originaria de la tribu Chichimeca, que decidió desplazarse desde el noreste de México, y establecerse en la Meseta Central, lugar donde se ubican los actuales estados de Tlaxcala, Hidalgo, Morelos, Puebla y Ciudad de México. Su desarrollo abarcó el período clásico y postclásico mesoamericano, es decir, desde el año 800 hasta el 1200 D.C.
El término náhuatl tolteca significa maestros constructores, en este sentido, en su capital Tollan-Xicocotitlan, desarrollaron construcciones de carácter mítico y se revelaron con conocimientos religiosos y astronómicos, que influyeron notablemente en la mayoría de los pueblos indígenas mesoamericanos. De esta forma, para una gran parte de Mesoamérica, poseer un linaje tolteca representaba respeto y autoridad.
Con los toltecas se asienta el dominio de Quetzalcóatl como la deidad suprema de Mesoamérica.
Durante los cambios ocurridos en Mesoamérica, entre los años 650 y 800 D.C., emergió la mítica, sagaz y guerrera cultura Tolteca. Una civilización originaria de la tribu Chichimeca, que decidió desplazarse desde el noreste de México, y establecerse en la Meseta Central, lugar donde se ubican los actuales estados de Tlaxcala, Hidalgo, Morelos, Puebla y Ciudad de México. Su desarrollo abarcó el período clásico y postclásico mesoamericano, es decir, desde el año 800 hasta el 1200 D.C.
El término náhuatl tolteca significa maestros constructores, en este sentido, en su capital Tollan-Xicocotitlan, desarrollaron construcciones de carácter mítico y se revelaron con conocimientos religiosos y astronómicos, que influyeron notablemente en la mayoría de los pueblos indígenas mesoamericanos. De esta forma, para una gran parte de Mesoamérica, poseer un linaje tolteca representaba respeto y autoridad.
Con los toltecas se asienta el dominio de Quetzalcóatl como la deidad suprema de Mesoamérica.