El 7 de agosto de 1821, el general José de San Martín convocó a un concurso público para
elegir la marcha nacional del país (himno nacional). Ante siete propuestas inscritas —algunas
fuentes reportan seis; otras niegan que se llevara a cabo un concurso y señalan que fue a
invitación—, el 18 de setiembre, según Mariano Felipe Paz Soldán, la composición de don José
Bernardo Alcedo fue la que más aplausos arrancó a pie de auditorio; por ello, San Martín la
escogió inmediatamente.
Así, el 23 de setiembre —aunque Ricardo Palma, en su tradición sobre nuestro himno, indica el
24, y otras fuentes el 22—, por la celebración de la capitulación de las fortalezas del Callao,
la gran soprano doña Rosa Merino, en el Teatro de Lima, interpretó la composición de nuestro
himno nacional, considerado uno de los más hermosos del mundo, despertando una reacción
emocionada y un fervor patrio en los asistentes.
Como la letra de nuestro himno nacional era variada al cantarla, en 1864, se publica una
edición final y, en 1870, Claudio Rebagliati prepara una versión orquestal. Sin embargo, las
propuestas de cambios y observaciones continuarían. Por ejemplo, las de José María
Arguedas, quien defendía el respeto de la versión original de Alcedo; las de José Santos
Chocano, que a pesar de ganar el concurso, no calaron en el pueblo, por lo que no fueron
difundidas. En los periodos gubernamentales de expresidentes, como Manuel Odría, Fernando
Belaúnde, Alan García, entre otros, se produjeron una serie de debates y pronunciamientos
sobre dichas modificaciones. En el segundo gobierno de Alan García, en 2009, el Tribunal
Constitucional declaró apócrifa la primera estrofa y se oficializó la entonación de la sexta
Respues:
eso fue ante los españoles que no nos dejaban ser independientes
pero aun asi no tenemos rivalidades asta el día de hoy
Explicación: