Cuenta una anécdota en donde decir gracias te haya cambiado la vida ( 80 palabras)
Pericote12
Una anécdota : ya es así un domingo a las 6:30 de la tarde me levanté , muy asustada pensando que era lunes por la mañana , fui a preguntar a mi madre y me dijo que si era lunes haciéndome una broma en ese entonces fui me puse mi uniforme y todo . ya estaba de salida para el colegio en eso encuentro a mi padre y me dijo : que hoy era domingo .me reiii mucho , le agradecí por no ser de el hubiese ido hasta mi colegio por las puras
Cuando eres adolescente vives muchas primeras veces, tienes muchos amigos y las cosas parecen más grande de lo que realmente son. Sin embargo, dependiendo del país que seas ciertas cosas son muy mal vista. Como por ejemplo fumar marihuana y meterte cualquier otra droga en el cuerpo. Sí, ya sé que me dirás que es mal visto en todas partes, pero tras 4 años en España te diré que allí el consumo es bastante y la gente no te aísla o te mira mal si consumes de manera “moderada”. Por lo cual, en conclusión según lo que viví, allí es normal y hasta común que la gente lo haga.
Pues bien, eso no ocurre en mi país de crianza. Una persona que consume drogas es muy mal vista y prácticamente es aislada de la “sociedad” y a veces de la propia familia. Cuando era joven tenía un amigo que quería mucho y que en una época fue un gran amor. Resulta que a él le gustaba fumar marihuana. Nunca fue agresivo, ni me trato mal, siempre fue un excelente amigo, de hecho era muy protector y siempre me cuidaba mucho. Nunca me ofreció drogas y hacíamos muchas apuestas (donde casi siempre yo ganaba) y él tenía que estar varios días sin consumir. La pasábamos genial juntos y él prácticamente vivía en casa.
Un día mi madre se dio cuenta de su “problema”, algo que yo obviamente no le había contado. Cuando me llamó y me dijo que tenía que hablar sobre mi amigo, me dio mucho susto que me dijera que no podía ser más amiga de él, porque eso es lo que los padres hacían: prohibir, aislar y encasillar a una persona por esto e intentar que tu hijo (a) no se deje influenciar por ellos.
Pero mi madre es de otro material y lo que me dijo fue: “Me he dado cuenta que tu amigo, orina sentado”. Yo me quedé “WTF” no entendía qué decía y ella continúo: “Sí, sentado, porque está fumando marihuana”. No sé si era una expresión de la gente mayor o qué, pero me causó mucha gracia y le dije: “sí madre así es” porque una cosa que aprendí de pequeña era a no mentir a mis padres, siempre me fue mejor diciendo la verdad. Ella me dijo: “pues bien, qué vamos a hacer para ayudarle, porque no puedes dejar de ser su amiga, él en este momento necesita gente a su lado y no estar solo”.
Con esto mi madre me enseñó dos cosas: 1) que uno a los amigos no los deja tirados cuando más te necesitan y que por más malas decisiones que tomemos en la vida, no hay que juzgar a la gente, hay que aprender a aceptar a las personas con sus defectos y amarlas por sus virtudes y 2) que los padres pueden sorprenderte y darte los mejores consejos que hayas escuchado en tu vida.
Cuando eres adolescente vives muchas primeras veces, tienes muchos amigos y las cosas parecen más grande de lo que realmente son. Sin embargo, dependiendo del país que seas ciertas cosas son muy mal vista. Como por ejemplo fumar marihuana y meterte cualquier otra droga en el cuerpo. Sí, ya sé que me dirás que es mal visto en todas partes, pero tras 4 años en España te diré que allí el consumo es bastante y la gente no te aísla o te mira mal si consumes de manera “moderada”. Por lo cual, en conclusión según lo que viví, allí es normal y hasta común que la gente lo haga.
Pues bien, eso no ocurre en mi país de crianza. Una persona que consume drogas es muy mal vista y prácticamente es aislada de la “sociedad” y a veces de la propia familia. Cuando era joven tenía un amigo que quería mucho y que en una época fue un gran amor. Resulta que a él le gustaba fumar marihuana. Nunca fue agresivo, ni me trato mal, siempre fue un excelente amigo, de hecho era muy protector y siempre me cuidaba mucho. Nunca me ofreció drogas y hacíamos muchas apuestas (donde casi siempre yo ganaba) y él tenía que estar varios días sin consumir. La pasábamos genial juntos y él prácticamente vivía en casa.
Un día mi madre se dio cuenta de su “problema”, algo que yo obviamente no le había contado. Cuando me llamó y me dijo que tenía que hablar sobre mi amigo, me dio mucho susto que me dijera que no podía ser más amiga de él, porque eso es lo que los padres hacían: prohibir, aislar y encasillar a una persona por esto e intentar que tu hijo (a) no se deje influenciar por ellos.
Pero mi madre es de otro material y lo que me dijo fue: “Me he dado cuenta que tu amigo, orina sentado”. Yo me quedé “WTF” no entendía qué decía y ella continúo: “Sí, sentado, porque está fumando marihuana”. No sé si era una expresión de la gente mayor o qué, pero me causó mucha gracia y le dije: “sí madre así es” porque una cosa que aprendí de pequeña era a no mentir a mis padres, siempre me fue mejor diciendo la verdad. Ella me dijo: “pues bien, qué vamos a hacer para ayudarle, porque no puedes dejar de ser su amiga, él en este momento necesita gente a su lado y no estar solo”.
Con esto mi madre me enseñó dos cosas: 1) que uno a los amigos no los deja tirados cuando más te necesitan y que por más malas decisiones que tomemos en la vida, no hay que juzgar a la gente, hay que aprender a aceptar a las personas con sus defectos y amarlas por sus virtudes y 2) que los padres pueden sorprenderte y darte los mejores consejos que hayas escuchado en tu vida.