Con la muerte del profeta Mahoma, se dieron muchas discusiones sobre cuál era la forma o quien debía ser el nuevo guía espiritual para el pueblo islámico. Como fue complicado unificar las propuestas de los principales grupos, se dio la división en dos grupos principalmente. Los chiitas consideraban que el heredero debía ser un familiar del profeta; los suníes solo que este formara parte de la misma tribu.
Con la muerte del profeta Mahoma, se dieron muchas discusiones sobre cuál era la forma o quien debía ser el nuevo guía espiritual para el pueblo islámico. Como fue complicado unificar las propuestas de los principales grupos, se dio la división en dos grupos principalmente. Los chiitas consideraban que el heredero debía ser un familiar del profeta; los suníes solo que este formara parte de la misma tribu.