La polinización de las orquídeas, debido a la complejidad de sus flores y a las intrincadas interacciones con sus polinizadores, es un asunto complejo. El 97% de las orquídeas necesitan un polinizador para que la transferencia de polen de una planta a otra sea llevada a cabo. Debido a que el polen de las orquídeas se encuentra agrupado en masas llamadas polonias, la simple acción del viento no es suficiente, por lo que la acción de animales que la polinicen (moscas, abejas, avispas, mariposas, aves…) se hace imprescindible. Pero esto supone que los animales en cuestión, deben verse incitados a visitar sus flores de forma regular, a distinguirlas, a detenerse en ellas el tiempo suficiente, y a que el roce de su cuerpo con los órganos sexuales de la flor sea tal que garantice la fecundación.
La polinización de las orquídeas, debido a la complejidad de sus flores y a las intrincadas interacciones con sus polinizadores, es un asunto complejo. El 97% de las orquídeas necesitan un polinizador para que la transferencia de polen de una planta a otra sea llevada a cabo. Debido a que el polen de las orquídeas se encuentra agrupado en masas llamadas polonias, la simple acción del viento no es suficiente, por lo que la acción de animales que la polinicen (moscas, abejas, avispas, mariposas, aves…) se hace imprescindible. Pero esto supone que los animales en cuestión, deben verse incitados a visitar sus flores de forma regular, a distinguirlas, a detenerse en ellas el tiempo suficiente, y a que el roce de su cuerpo con los órganos sexuales de la flor sea tal que garantice la fecundación.