. La mezcla de diferentes tragos hace que uno se embriague más rápido. Mentira. Lo único que importa es la cantidad y velocidad con que se ingiere. 2. El alcohol no engorda. Mentira. El alcohol sí puede engordar a los bebedores que se alimentan regularmente. Proporciona más calorías que los azúcares y las féculas, aunque menos que las grasas. Las bebidas alcohólicas pueden contribuir al sobrepeso cuando sustituyen a una alimentación equilibrada. 3. Todo el alcohol ingerido se elimina a través de la orina y el sudor. Mentira. Sólo un porcentaje muy pequeño (10%) se elimina de esta manera, el resto es metabolizado por el hígado y convertido en azúcar. 4. El alcohol daña por igual a los hombres y a las mujeres. Mentira. La mujer tiene en general menor peso que el hombre y, en consecuencia, el tamaño proporcional de sus órganos es más pequeño. Por lo tanto puede generar más rápidamente deterioro de sus funciones con menores cantidades dealcohol, y llegar a su dependencia más rápido que el hombre. 5. Un baño con agua fría y una taza de café te ayuda a ponerte sobrio. Mentira. Nada te puede poner sobrio más que el tiempo. Con el agua obtenemos un borracho limpio y tomando el café solamente eres un borracho bien despierto. 6. Hombres y mujeres de similar masa corporal pueden beber en cantidades iguales. Mentira. La distribución superficial de grasa en el organismo y la baja presencia de la enzima llamada alcohol hidrogenada, hace que, en general, las mujeres puedan beber menos que los hombres. 7. Si comes cuando bebes te emborrachas menos. Verdad y Mentira. Lo único cierto es que el que come mientras bebe, tarda más tiempo en apreciar sus efectos. 8. El alcohol te da energía. Mentira. Todo lo contrario: es un depresor. Reduce la capacidad para pensar, hablar, moverse y todas las demás actividades que te gustan hacer. 9. Masticar chicle te hace inmune al alcoholímetro. Mentira. Al producir saliva se ralentiza el proceso que permite que el alcohol pase a los pulmones, pero en una cantidad tan mínima que no altera en nada la medición del alcoholímetro.
. La mezcla de diferentes tragos hace que uno se embriague más rápido. Mentira. Lo único que importa es la cantidad y velocidad con que se ingiere. 2. El alcohol no engorda. Mentira. El alcohol sí puede engordar a los bebedores que se alimentan regularmente. Proporciona más calorías que los azúcares y las féculas, aunque menos que las grasas. Las bebidas alcohólicas pueden contribuir al sobrepeso cuando sustituyen a una alimentación equilibrada. 3. Todo el alcohol ingerido se elimina a través de la orina y el sudor. Mentira. Sólo un porcentaje muy pequeño (10%) se elimina de esta manera, el resto es metabolizado por el hígado y convertido en azúcar. 4. El alcohol daña por igual a los hombres y a las mujeres. Mentira. La mujer tiene en general menor peso que el hombre y, en consecuencia, el tamaño proporcional de sus órganos es más pequeño. Por lo tanto puede generar más rápidamente deterioro de sus funciones con menores cantidades dealcohol, y llegar a su dependencia más rápido que el hombre. 5. Un baño con agua fría y una taza de café te ayuda a ponerte sobrio. Mentira. Nada te puede poner sobrio más que el tiempo. Con el agua obtenemos un borracho limpio y tomando el café solamente eres un borracho bien despierto. 6. Hombres y mujeres de similar masa corporal pueden beber en cantidades iguales. Mentira. La distribución superficial de grasa en el organismo y la baja presencia de la enzima llamada alcohol hidrogenada, hace que, en general, las mujeres puedan beber menos que los hombres. 7. Si comes cuando bebes te emborrachas menos. Verdad y Mentira. Lo único cierto es que el que come mientras bebe, tarda más tiempo en apreciar sus efectos. 8. El alcohol te da energía. Mentira. Todo lo contrario: es un depresor. Reduce la capacidad para pensar, hablar, moverse y todas las demás actividades que te gustan hacer. 9. Masticar chicle te hace inmune al alcoholímetro. Mentira. Al producir saliva se ralentiza el proceso que permite que el alcohol pase a los pulmones, pero en una cantidad tan mínima que no altera en nada la medición del alcoholímetro.