Contenido de la obra "mutantes alineados" de Raquel Forner
Khea
La tela está dividida en 2 campos: el de la parte superior está casi totalmente ocupado por un monstruo múltiple en ojos, troncos y extremidades. Es un ser espacial, una representación filosófico-plástica de lo desconocido que se unirá al astronauta para dar origen, primero al mutante y después al hombre nuevo. Es monstruoso porque eso nuevo y desconocido que alberga el espacio está visto desde nuestra perspectiva de terráqueos. En el campo inferior vemos a 4 de esos prisioneros, cada uno con una mancha de color en el vientre, que lo asocia a un determinado sector correspondiente en el cuerpo múltiple del monstruo espacial. Esto significa que los seres prisioneros son mutantes: están sufriendo la transformación, están a mitad de camino. Vemos así al monstruo del espacio porque no comprendemos lo nuevo: todo lo nuevo parece monstruoso cuando es desconocido o no se lo comprende. Los terráqueos cuando se hacen astronautas quedan en condiciones de aparearse con los monstruos del espacio. Más lejos, en un segundo plano, detrás del monstruo espacial, se acerca un ser gris todavía no tocado por el color o apenas por un tinte amarillo, que es quizás uno de nosotros, que recién empieza el proceso de mutación. ¿Por qué alienados? Están enajenados de toda realidad y sufren un estado de demencia, una locura por no saber quiénes son ni hacia donde van en el espacio infinito. Soportan el agobio de la incertidumbre de su propio ser.
En el campo inferior vemos a 4 de esos prisioneros, cada uno con una mancha de color en el vientre, que lo asocia a un determinado sector correspondiente en el cuerpo múltiple del monstruo espacial.
Esto significa que los seres prisioneros son mutantes: están sufriendo la transformación, están a mitad de camino. Vemos así al monstruo del espacio porque no comprendemos lo nuevo: todo lo nuevo parece monstruoso cuando es desconocido o no se lo comprende.
Los terráqueos cuando se hacen astronautas quedan en condiciones de aparearse con los monstruos del espacio.
Más lejos, en un segundo plano, detrás del monstruo espacial, se acerca un ser gris todavía no tocado por el color o apenas por un tinte amarillo, que es quizás uno de nosotros, que recién empieza el proceso de mutación.
¿Por qué alienados? Están enajenados de toda realidad y sufren un estado de demencia, una locura por no saber quiénes son ni hacia donde van en el espacio infinito. Soportan el agobio de la incertidumbre de su propio ser.