Mi abuela, como seguramente la suya, a menudo me contaba historias kafkianas sobre su experiencias con la burocracia. Tenía una gran sospecha y cierto temor a cualquier trámite administrativo.
En esos tiempos la actitud de la burocracia era a menudo condescendiente. El ciudadano estaba al servicio del estado más que al revés. De su aldea le llevaba tres horas hasta la alcaldía municipal más cercana. Perdía un día de labor en su huerto, y sufría la frustración de intentar conseguir el documento necesario para concluir el trámite.
“¿Por qué me piden siempre documentos que ya poseen?”, me preguntaba. Lamentablemente, recuerdos de trámites espeluznantes no son tan lejanos. ¿Quién no pasó por una experiencia semejante?
Sin embargo, las cosas están cambiando.
Los gobiernos de América Latina y el Caribe están experimentando una metamorfosis en su modo de gobernar y sus estructuras de gestión. Estos cambios son necesarios para atender mejor las crecientes expectativas de ciudadanos cada vez más exigentes con la calidad de servicios que esperan y demandan del estado.
Los ciudadanos quieren que el estado les simplifique la vida, quieren reglas claras, procesos simples y resultados visibles. A su vez, el estado debe reinventarse constantemente para lograr cerrar la brecha entre una sociedad cada vez más digitalizada y una burocracia a veces desconectada. La gestión del sector público está experimentando una gran transformación e importantes innovaciones precisamente parar cerrar las brechas entre las expectativas de los ciudadanos y sus capacidades para atenderlas.
El buen gobierno debe ser cada vez más efectivo, eficiente y abierto, sustentar sus políticas públicas en mayor evidencia y fortalecer su capacidad de ejecución de las mismas. Debe ser abierto, transparente y participativo en su modo de actuar; deber ser eficiente en su visión estratégica y gestión interna; y debe ser efectivo en la provisión de sus servicios públicos buscando soluciones a los problemas cotidianos de la gente.
Los estados deben tener al ciudadano al centro de sus preocupaciones.
Esto son los estados que promovemos en nuestro trabajo desde la División de Capacidad Institucional del Estado del Banco Interamericano de Desarrollo, acompañando a los países de la región en la modernización de sus gobiernos y la innovación en su gestión.
En este blog compartimos experiencias y lecciones, innovaciones y evidencia sobre estos cambios en el actuar del estado en la región. Contaremos historias de éxito tanto a nivel global como regional y sobre todo local. Discutiremos oportunidades de mejora y de innovaciones. Incursionaremos en nuevos métodos de toma de decisiones y gestión estratégica del estado, en el diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas. Hablaremos de la gestión orientada a resultados y basadas en estadísticas y evidencia, así como soluciones digitales que impulsan este proceso de cambio, mejora y modernización.
Existen miles de maneras de mejorar los gobiernos para el futuro de América Latina y el Caribe, pequeños cambios que mejoran la vida cotidiana de los ciudadanos.
Respuesta:
Mi abuela, como seguramente la suya, a menudo me contaba historias kafkianas sobre su experiencias con la burocracia. Tenía una gran sospecha y cierto temor a cualquier trámite administrativo.
En esos tiempos la actitud de la burocracia era a menudo condescendiente. El ciudadano estaba al servicio del estado más que al revés. De su aldea le llevaba tres horas hasta la alcaldía municipal más cercana. Perdía un día de labor en su huerto, y sufría la frustración de intentar conseguir el documento necesario para concluir el trámite.
“¿Por qué me piden siempre documentos que ya poseen?”, me preguntaba. Lamentablemente, recuerdos de trámites espeluznantes no son tan lejanos. ¿Quién no pasó por una experiencia semejante?
Sin embargo, las cosas están cambiando.
Los gobiernos de América Latina y el Caribe están experimentando una metamorfosis en su modo de gobernar y sus estructuras de gestión. Estos cambios son necesarios para atender mejor las crecientes expectativas de ciudadanos cada vez más exigentes con la calidad de servicios que esperan y demandan del estado.
Los ciudadanos quieren que el estado les simplifique la vida, quieren reglas claras, procesos simples y resultados visibles. A su vez, el estado debe reinventarse constantemente para lograr cerrar la brecha entre una sociedad cada vez más digitalizada y una burocracia a veces desconectada. La gestión del sector público está experimentando una gran transformación e importantes innovaciones precisamente parar cerrar las brechas entre las expectativas de los ciudadanos y sus capacidades para atenderlas.
El buen gobierno debe ser cada vez más efectivo, eficiente y abierto, sustentar sus políticas públicas en mayor evidencia y fortalecer su capacidad de ejecución de las mismas. Debe ser abierto, transparente y participativo en su modo de actuar; deber ser eficiente en su visión estratégica y gestión interna; y debe ser efectivo en la provisión de sus servicios públicos buscando soluciones a los problemas cotidianos de la gente.
Los estados deben tener al ciudadano al centro de sus preocupaciones.
Esto son los estados que promovemos en nuestro trabajo desde la División de Capacidad Institucional del Estado del Banco Interamericano de Desarrollo, acompañando a los países de la región en la modernización de sus gobiernos y la innovación en su gestión.
En este blog compartimos experiencias y lecciones, innovaciones y evidencia sobre estos cambios en el actuar del estado en la región. Contaremos historias de éxito tanto a nivel global como regional y sobre todo local. Discutiremos oportunidades de mejora y de innovaciones. Incursionaremos en nuevos métodos de toma de decisiones y gestión estratégica del estado, en el diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas. Hablaremos de la gestión orientada a resultados y basadas en estadísticas y evidencia, así como soluciones digitales que impulsan este proceso de cambio, mejora y modernización.
Existen miles de maneras de mejorar los gobiernos para el futuro de América Latina y el Caribe, pequeños cambios que mejoran la vida cotidiana de los ciudadanos.
Explicación:
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