La Universidad es una de las instituciones con más antigüedad y sin duda es la única que durante siglos ha perdurado a lo largo de la historia. Es en los principios de la Edad Media cuando el saber y la educación se encontraban relegados a las escuelas existentes en los monasterios y catedrales (Bolonia, París, Salerno, San Millán, Córdoba, etc.). Algunas de estas escuelas alcanzan el grado de Studium Generale, porque recibían alumnos de fuera de sus diócesis y concedían títulos que tenían validez fuera de ellas; contaban con estatutos y privilegios otorgados, primero por el poder civil y posteriormente ampliados por el papado. De aquí surgieron las universidades.
El término universitas aludía a cualquier comunidad organizada con cualquier fin. Pero es a partir del siglo XII cuando los profesores empiezan a agruparse en defensa de la disciplina escolar, preocupados por la calidad de la enseñanza; del mismo modo, los alumnos comienzan a crear comunidades para protegerse del profesorado. Al ir evolucionando acaban naciendo las Universidades.
Aunque en la creación de las Universidades ocurre como en el fútbol, parece estar probado que la primera universidad en nacer fue la Universidad de Bolonia, a comienzos del siglo XIII, que fue la primera en tener estudios reconocidos universalmente y estatutos propios; como anécdota es de destacar que el rector era elegido de entre los estudiantes, al igual que en la de Alcalá de Henares.
La siguiente en nacer fue la de París, bajo el nombre de Colegio de Sorbona, unión de las escuelas de Notre Dame, de San Víctor y de Santa Genoveva. Precisamente para evitar que los universitarios ingleses se desplazasen al continente para estudiar en esta última, recibiendo así la educación parisina, se crea la Universidad de Oxford (la más antigua de habla inglesa, creada en primer lugar por Enrique II pero no es hasta finales de siglo cuando se aprueban sus estatutos (precisamente en el siglo XIV por desavenencias de un grupo de profesores de la Universidad de Oxford, se crea la de Cambridge). Posteriormente se crean las de Padua, Nápoles, Toulouse, Praga, Viena, Heilderberg y Colonia.
En España la más antigua documentada es la de Palencia, que desapareció rápidamente, pero el rey leonés Alfonso IX fundó a fines de 1218 o principios de 1219 el Studium Salmantino, actual Universidad de Salamanca. Alfonso X protegió el Estudio y le otorgó su Estatuto en 1254 (en el libro de Las siete partidas se regula el funcionamiento de la institución). Obteniendo en 1255 gracias al papa Alejandro IV, la validez universal a los títulos de Salamanca (salvo en Bolonia y París) y el uso de un sello propio.
Ya en 1292 el rey Sancho IV otorga al Estudio de Valladolid las tercias de Valladolid con sus aldeas viejas y nuevas. Fue precisamente Sancho IV quien además crea, mediante Carta Real, el Estudio de Escuelas Generales de Alcalá, que daría lugar dos siglos después a la Universidad Complutense de Cisneros.
En 1346, Clemente VI, a petición de Alfonso XI, convierte en Generales los Estudios existentes en Valladolid. Sin embargo, la Universidad pinciana carece todavía de la ciencia teológica, privilegio exclusivo de París, los papas de principios del siglo XV, Benedicto XIII y Martín V consolidan el Estudio: Benedicto XIII (el Papa Luna) fija las rentas de la Universidad y dota 24 cátedras.
Al finalizar el cisma, Martín V concede a Valladolid la ansiada Facultad (1417). Paralelamente, los reyes dotaron al Estudio de rentas que le permitieron una cierta independencia económica. Lo esencial de tales rentas lo componían las tercias de los arciprestazgos de Cevico y Portillo. Y es Martín V, en 1422, quien elabora sus primeros estatutos, las Constituciones en que se basa el ordenamiento escolar.
En Valladolid, el Cardenal Mendoza funda el Colegio de Santa Cruz (1481), que igualará primero, y luego superará la gloria de otros centros salmantinos. Sus colegiales se convierten en unos estudiantes privilegiados, con una cuidada formación y mayores posibilidades de obtener buenos puestos en los tribunales o éxito en una oposición.
La Universidad Complutense recibió este nombre por haber sido fundada en Alcalá de Henares, la antigua «Complutum», por el Cardenal Cisneros, mediante Bula Pontificia concedida por el Papa Alejandro VI en 1499.
Fue el Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros quien con renovados bríos recogió los antecedentes, aportando una nueva forma de concebir la enseñanza universitaria. La fundación de la universidad de Alcalá coincide con los albores de una nueva época en la historia de la humanidad, el final de la edad media y el surgimiento de la edad moderna con su primera gran manifestación cultural, el Renacimiento.
A finales del siglo XV y durante el XVI se estrecha la relación con la monarquía, representada por los Reyes Católicos, que dotan a la Universidad de nuevos privilegios y estatutos.
La Universidad es una de las instituciones con más antigüedad y sin duda es la única que durante siglos ha perdurado a lo largo de la historia. Es en los principios de la Edad Media cuando el saber y la educación se encontraban relegados a las escuelas existentes en los monasterios y catedrales (Bolonia, París, Salerno, San Millán, Córdoba, etc.). Algunas de estas escuelas alcanzan el grado de Studium Generale, porque recibían alumnos de fuera de sus diócesis y concedían títulos que tenían validez fuera de ellas; contaban con estatutos y privilegios otorgados, primero por el poder civil y posteriormente ampliados por el papado. De aquí surgieron las universidades.
El término universitas aludía a cualquier comunidad organizada con cualquier fin. Pero es a partir del siglo XII cuando los profesores empiezan a agruparse en defensa de la disciplina escolar, preocupados por la calidad de la enseñanza; del mismo modo, los alumnos comienzan a crear comunidades para protegerse del profesorado. Al ir evolucionando acaban naciendo las Universidades.
Aunque en la creación de las Universidades ocurre como en el fútbol, parece estar probado que la primera universidad en nacer fue la Universidad de Bolonia, a comienzos del siglo XIII, que fue la primera en tener estudios reconocidos universalmente y estatutos propios; como anécdota es de destacar que el rector era elegido de entre los estudiantes, al igual que en la de Alcalá de Henares.
La siguiente en nacer fue la de París, bajo el nombre de Colegio de Sorbona, unión de las escuelas de Notre Dame, de San Víctor y de Santa Genoveva. Precisamente para evitar que los universitarios ingleses se desplazasen al continente para estudiar en esta última, recibiendo así la educación parisina, se crea la Universidad de Oxford (la más antigua de habla inglesa, creada en primer lugar por Enrique II pero no es hasta finales de siglo cuando se aprueban sus estatutos (precisamente en el siglo XIV por desavenencias de un grupo de profesores de la Universidad de Oxford, se crea la de Cambridge). Posteriormente se crean las de Padua, Nápoles, Toulouse, Praga, Viena, Heilderberg y Colonia.
En España la más antigua documentada es la de Palencia, que desapareció rápidamente, pero el rey leonés Alfonso IX fundó a fines de 1218 o principios de 1219 el Studium Salmantino, actual Universidad de Salamanca. Alfonso X protegió el Estudio y le otorgó su Estatuto en 1254 (en el libro de Las siete partidas se regula el funcionamiento de la institución). Obteniendo en 1255 gracias al papa Alejandro IV, la validez universal a los títulos de Salamanca (salvo en Bolonia y París) y el uso de un sello propio.
Ya en 1292 el rey Sancho IV otorga al Estudio de Valladolid las tercias de Valladolid con sus aldeas viejas y nuevas. Fue precisamente Sancho IV quien además crea, mediante Carta Real, el Estudio de Escuelas Generales de Alcalá, que daría lugar dos siglos después a la Universidad Complutense de Cisneros.
En 1346, Clemente VI, a petición de Alfonso XI, convierte en Generales los Estudios existentes en Valladolid. Sin embargo, la Universidad pinciana carece todavía de la ciencia teológica, privilegio exclusivo de París, los papas de principios del siglo XV, Benedicto XIII y Martín V consolidan el Estudio: Benedicto XIII (el Papa Luna) fija las rentas de la Universidad y dota 24 cátedras.
Al finalizar el cisma, Martín V concede a Valladolid la ansiada Facultad (1417). Paralelamente, los reyes dotaron al Estudio de rentas que le permitieron una cierta independencia económica. Lo esencial de tales rentas lo componían las tercias de los arciprestazgos de Cevico y Portillo. Y es Martín V, en 1422, quien elabora sus primeros estatutos, las Constituciones en que se basa el ordenamiento escolar.
En Valladolid, el Cardenal Mendoza funda el Colegio de Santa Cruz (1481), que igualará primero, y luego superará la gloria de otros centros salmantinos. Sus colegiales se convierten en unos estudiantes privilegiados, con una cuidada formación y mayores posibilidades de obtener buenos puestos en los tribunales o éxito en una oposición.
La Universidad Complutense recibió este nombre por haber sido fundada en Alcalá de Henares, la antigua «Complutum», por el Cardenal Cisneros, mediante Bula Pontificia concedida por el Papa Alejandro VI en 1499.
Fue el Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros quien con renovados bríos recogió los antecedentes, aportando una nueva forma de concebir la enseñanza universitaria. La fundación de la universidad de Alcalá coincide con los albores de una nueva época en la historia de la humanidad, el final de la edad media y el surgimiento de la edad moderna con su primera gran manifestación cultural, el Renacimiento.
A finales del siglo XV y durante el XVI se estrecha la relación con la monarquía, representada por los Reyes Católicos, que dotan a la Universidad de nuevos privilegios y estatutos.