Actualmente se refiere al respeto y la defensa de los derechos humanos (formacion)
danjelA lo largo de la historia se han producido espantosas violaciones de los derechos humanos. Durante muchos años una gran cantidad de personas en todo el mundo han sufrido violencia, discriminación, persecución y sometimiento. Para poder entender lo importantes que son nuestros derechos, también hace falta conocer esta terrible historia. La lucha contra estos abusos ha sido esencial para conseguir el actual reconocimiento de los derechos humanos.La esclavitud es, sin duda, una de las más atroces violaciones de los derechos fundamentales que pueden imaginarse. Esclavizar a alguien equivale a convertirlo en una propiedad, en algo que se puede vender y comprar, maltratar y someter para que haga cualquier cosa sin recibir nada a cambio. La esclavitud ha existido desde la Antigüedad. El filósofo griego Aristóteles llegó a decir que había algunas personas que eran esclavas por naturaleza. Sin embargo, la esclavitud fue especialmente dura después del descubrimiento de América. Los europeos esclavizaron a millones de personas africanas y las trasladaron a América para hacerlas trabajar allí. Hoy en día, tras una larga lucha, la esclavitud ha sido oficialmente abolida en todo el mundo. Sin embargo, en la práctica la esclavitud sigue existiendo realmente en algunos lugares. Actualmente hay zonas en las que los niños son obligados contra su voluntad a trabajar como esclavos, forzándolos en ocasiones a convertirse en soldados. La discriminación racial es otro ejemplo de la violación de los derechos más básicos. El racismo de los nazis provocó millones de muertos durante la Segunda Guerra Mundial. Los nazis persiguieron a los judíos, a los gitanos y a muchas otras personas que consideraban "de raza inferior". Pero incluso después de la guerra, cuando los nazis habían sido derrotados, hubo países que siguieron siendo racistas. En algunos lugares, como Sudáfrica o ciertas zonas de Estados Unidos, llegó a establecerse un sistema de segregación racial que separaba a las personas por el color de su piel. Hizo falta una larga lucha para conseguir que se reconociera la verdadera igualdad de todas las personas. Pero el racismo sigue existiendo en la sociedad, por lo que es preciso combatirlo recordando que todos somos iguales sin importar el color de la piel que tengamos. Las mujeres han sido también objeto de discriminación durante mucho tiempo. A lo largo de la historia han sido apartadas de la educación, los trabajos importantes, los puestos de mando y los cargos públicos. Incluso después de proclamar la importancia de respetar los derechos fundamentales, las mujeres siguieron siendo tratadas como personas de segunda clase. En la Revolución Francesa, Olympe de Gouges protestó porque la declaración que había proclamado la Asamblea se refería a los derechos del hombre. Ella redactó una Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, pero su iniciativa fue ignorada. Durante muchos años las mujeres no tuvieron derecho a votar ni a participar en la política. Sin embargo, tras una larga lucha en defensa de la igualdad, las mujeres consiguieron que se reconocieran sus derechos. Actualmente aún existen actitudes machistas que pretenden someter a la mujer. Por eso conviene recordar que los hombres y las mujeres son iguales, tienen los mismos derechos y deben ser tratados de la misma manera. La arbitrariedad jurídica es otro caso muy grave de violación de derechos fundamentales. Cuando alguien es acusado de un delito, deben respetarse también sus derechos. Esto no siempre ha sido así. Durante mucho tiempo la situación de los acusados dependía del capricho de las autoridades, que podían torturar, encarcelar o condenar a alguien sin tener pruebas. Para que esto no suceda, es necesario garantizar al acusado la posibilidad de defenderse en un juicio justo con las debidas garantías. Por desgracia hay todavía muchos países del mundo donde estos derechos básicos, que hoy nos parecen elementales, siguen sin respetarse.
La discriminación racial es otro ejemplo de la violación de los derechos más básicos. El racismo de los nazis provocó millones de muertos durante la Segunda Guerra Mundial. Los nazis persiguieron a los judíos, a los gitanos y a muchas otras personas que consideraban "de raza inferior". Pero incluso después de la guerra, cuando los nazis habían sido derrotados, hubo países que siguieron siendo racistas. En algunos lugares, como Sudáfrica o ciertas zonas de Estados Unidos, llegó a establecerse un sistema de segregación racial que separaba a las personas por el color de su piel. Hizo falta una larga lucha para conseguir que se reconociera la verdadera igualdad de todas las personas. Pero el racismo sigue existiendo en la sociedad, por lo que es preciso combatirlo recordando que todos somos iguales sin importar el color de la piel que tengamos.
Las mujeres han sido también objeto de discriminación durante mucho tiempo. A lo largo de la historia han sido apartadas de la educación, los trabajos importantes, los puestos de mando y los cargos públicos. Incluso después de proclamar la importancia de respetar los derechos fundamentales, las mujeres siguieron siendo tratadas como personas de segunda clase. En la Revolución Francesa, Olympe de Gouges protestó porque la declaración que había proclamado la Asamblea se refería a los derechos del hombre. Ella redactó una Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, pero su iniciativa fue ignorada. Durante muchos años las mujeres no tuvieron derecho a votar ni a participar en la política. Sin embargo, tras una larga lucha en defensa de la igualdad, las mujeres consiguieron que se reconocieran sus derechos. Actualmente aún existen actitudes machistas que pretenden someter a la mujer. Por eso conviene recordar que los hombres y las mujeres son iguales, tienen los mismos derechos y deben ser tratados de la misma manera.
La arbitrariedad jurídica es otro caso muy grave de violación de derechos fundamentales. Cuando alguien es acusado de un delito, deben respetarse también sus derechos. Esto no siempre ha sido así. Durante mucho tiempo la situación de los acusados dependía del capricho de las autoridades, que podían torturar, encarcelar o condenar a alguien sin tener pruebas. Para que esto no suceda, es necesario garantizar al acusado la posibilidad de defenderse en un juicio justo con las debidas garantías. Por desgracia hay todavía muchos países del mundo donde estos derechos básicos, que hoy nos parecen elementales, siguen sin respetarse.