idea de que algunas personas somos creativas e innovadoras y otras no. Ser innovador no es un rasgo de la personalidad, ni constituye una característica marcadamente innata. Todos somos, en mayor o menor medida, creativos e innovadores, aunque abordemos la innovación de manera diferente.
Lo que nos distingue es nuestra forma de pensar, es decir, nuestras actitudes, suposiciones y creencias, así como los modelos que hemos ido creando a partir de nuestra experiencia, de nuestra percepción sobre cómo funciona el mundo.
Estos modelos mentales son, a menudo, subconscientes. Sin embargo, pueden tener un enorme impacto en nuestra actitud frente a la innovación. De ahí que, a la hora de iniciar nuestro viaje, debamos hacerlo con la mentalidad correcta, con el deseo y el coraje necesarios para explorar la realidad actual, para experimentar con ella en busca de nuevas formas mejores de hacer las cosas.
idea de que algunas personas somos creativas e innovadoras y otras no. Ser innovador no es un rasgo de la personalidad, ni constituye una característica marcadamente innata. Todos somos, en mayor o menor medida, creativos e innovadores, aunque abordemos la innovación de manera diferente.
Lo que nos distingue es nuestra forma de pensar, es decir, nuestras actitudes, suposiciones y creencias, así como los modelos que hemos ido creando a partir de nuestra experiencia, de nuestra percepción sobre cómo funciona el mundo.
Estos modelos mentales son, a menudo, subconscientes. Sin embargo, pueden tener un enorme impacto en nuestra actitud frente a la innovación. De ahí que, a la hora de iniciar nuestro viaje, debamos hacerlo con la mentalidad correcta, con el deseo y el coraje necesarios para explorar la realidad actual, para experimentar con ella en busca de nuevas formas mejores de hacer las cosas.