La mayoría de los volcanes del mundo se encuentran en los bordes de las placas litosféricas. En las zonas de subducción son especialmente numerosos los grandes volcanes como los que forman los Andes o las islas del Japón y en las zonas de expansión de las placas -las dorsales oceánicas-, algunos autores consideran que todas ellas son como un larguísima fisura volcánica -de más de 60 000 km-.
Pero hay un tercer tipo de volcanes que se encuentran en el interior de las placas oceánicas, en lugares que se suelen denominar "puntos calientes". Todavía no se entiende bien la explicación exacta de este fenómeno, pero nos indica que en esas zonas hay como unas columnas de magma que ascienden, originando esos volcanes. Como la placa litosférica sigue desplazándose, mientras que la posición del punto caliente no varía, acaban formándose, en unos millones de años, una cadena de islas volcánicas, como por ejemplo las islas Hawai.
El vulcanismo de las Canarias, es calificado por algunos como de "punto caliente", aunque otras personas discuten esta adscripción. Es probable que tenga relación estrecha con la zona de transición entre el continente Africano y la litosfera oceánica del Atlántico y que se encuentre también afectada por los movimientos tectónicos que levantaron la cordillera del Atlas en el Norte de Africa y, por supuesto, por el lento movimiento (alrededor de 1 cm por año) de la placa Africana. El resultado de toso estos fenómenos habría sido la aparición del conjunto volcánico de las Canarias.
En Tenerife se encuentra el Teide, que con sus 3,715 m marca el punto más alto de la geografía española. Como se ve en el mapa geológico esquemático propuesto por Carracedo en 1994, este volcán se encuentra en la caldera de Las Cañadas que tiene unos 12 a 20 km de diámetro y reúne diferentes cráteres. De la caldera salen, a modo de radios, zonas de rift, en las que se formaron los valles de Orotava y Guimar cuando grandes fragmentos de la isla fueron eliminados por deslizamientos de tierras. Los volcanes de Tenerife han entrado en erupción varias veces desde que se colonizó la isla en 1402. La más reciente ha sido en 1909 y duró sólo 10 días, produciendo flujos de lava que ocasionaron algunos daños.
Más recientemente ha habido erupciones volcánicas en otras islas de las Canarias, como la del volcán Teneguia, de la isla de La Palma, en 1971.
Riesgo volcánico en las Islas Canarias.
Las islas Canarias son la única región de España con vulcanismo activo donde ha habido erupciones volcánicas y hay riesgo de que haya más en el futuro. Tenerife, La Palma, Lanzarote y Hierro han tenido erupciones en los últimos siglos (la última en 1971 el volcán Teneguía en la isla de La Palma) y son volcánicamente activas. Fuerteventura y Gran Canaria hace más tiempo que no han tenido erupciones y el riesgo es menor y en La Gomera la actividad volcánica puede considerarse extinta.
Las erupciones de los volcanes canarios suelen ser de tipo efusivo y no muy peligrosas para las personas ni muy destructivas. Fue excepcional la erupción que ocurrió en Lanzarote entre los años 1730 y 1736 que cubrió con lava la cuarta parte de la isla, destruyendo campos de cultivo y provocando que la población tuviera que emigrar a las otras islas.
En Tenerife hay riesgo de alguna erupción explosiva, porque el volcán Teide podría tener actividad violenta. La probabilidad de que esto pase es muy baja, pero si sucediera sería muy destructiva y por eso se vigila con atención la actividad de este volcán.
El vulcanismo en las islas Canarias trae también algunos riesgos indirectos, entre ellos la posibilidad del deslizamiento de grandes masas de terreno. A consecuencia de la actividad del volcán se va
Porque en el fondo oceánico se producen erupciones volcánicas cuyas lavas pueden formar islas volcánicas si llegan a la superficie. Las erupciones suelen ser de corta duración en la mayoría de los casos, debido al equilibrio isostático de las lavas al enfriarse cuando entran en contacto con el agua y también por la erosión marina.
La mayoría de los volcanes del mundo se encuentran en los bordes de las placas litosféricas. En las zonas de subducción son especialmente numerosos los grandes volcanes como los que forman los Andes o las islas del Japón y en las zonas de expansión de las placas -las dorsales oceánicas-, algunos autores consideran que todas ellas son como un larguísima fisura volcánica -de más de 60 000 km-.
Pero hay un tercer tipo de volcanes que se encuentran en el interior de las placas oceánicas, en lugares que se suelen denominar "puntos calientes". Todavía no se entiende bien la explicación exacta de este fenómeno, pero nos indica que en esas zonas hay como unas columnas de magma que ascienden, originando esos volcanes. Como la placa litosférica sigue desplazándose, mientras que la posición del punto caliente no varía, acaban formándose, en unos millones de años, una cadena de islas volcánicas, como por ejemplo las islas Hawai.
El vulcanismo de las Canarias, es calificado por algunos como de "punto caliente", aunque otras personas discuten esta adscripción. Es probable que tenga relación estrecha con la zona de transición entre el continente Africano y la litosfera oceánica del Atlántico y que se encuentre también afectada por los movimientos tectónicos que levantaron la cordillera del Atlas en el Norte de Africa y, por supuesto, por el lento movimiento (alrededor de 1 cm por año) de la placa Africana. El resultado de toso estos fenómenos habría sido la aparición del conjunto volcánico de las Canarias.
En Tenerife se encuentra el Teide, que con sus 3,715 m marca el punto más alto de la geografía española. Como se ve en el mapa geológico esquemático propuesto por Carracedo en 1994, este volcán se encuentra en la caldera de Las Cañadas que tiene unos 12 a 20 km de diámetro y reúne diferentes cráteres. De la caldera salen, a modo de radios, zonas de rift, en las que se formaron los valles de Orotava y Guimar cuando grandes fragmentos de la isla fueron eliminados por deslizamientos de tierras. Los volcanes de Tenerife han entrado en erupción varias veces desde que se colonizó la isla en 1402. La más reciente ha sido en 1909 y duró sólo 10 días, produciendo flujos de lava que ocasionaron algunos daños.
Más recientemente ha habido erupciones volcánicas en otras islas de las Canarias, como la del volcán Teneguia, de la isla de La Palma, en 1971.
Riesgo volcánico en las Islas Canarias.
Las islas Canarias son la única región de España con vulcanismo activo donde ha habido erupciones volcánicas y hay riesgo de que haya más en el futuro. Tenerife, La Palma, Lanzarote y Hierro han tenido erupciones en los últimos siglos (la última en 1971 el volcán Teneguía en la isla de La Palma) y son volcánicamente activas. Fuerteventura y Gran Canaria hace más tiempo que no han tenido erupciones y el riesgo es menor y en La Gomera la actividad volcánica puede considerarse extinta.
Las erupciones de los volcanes canarios suelen ser de tipo efusivo y no muy peligrosas para las personas ni muy destructivas. Fue excepcional la erupción que ocurrió en Lanzarote entre los años 1730 y 1736 que cubrió con lava la cuarta parte de la isla, destruyendo campos de cultivo y provocando que la población tuviera que emigrar a las otras islas.
En Tenerife hay riesgo de alguna erupción explosiva, porque el volcán Teide podría tener actividad violenta. La probabilidad de que esto pase es muy baja, pero si sucediera sería muy destructiva y por eso se vigila con atención la actividad de este volcán.
El vulcanismo en las islas Canarias trae también algunos riesgos indirectos, entre ellos la posibilidad del deslizamiento de grandes masas de terreno. A consecuencia de la actividad del volcán se va
Porque en el fondo oceánico se producen erupciones volcánicas cuyas lavas pueden formar islas volcánicas si llegan a la superficie. Las erupciones suelen ser de corta duración en la mayoría de los casos, debido al equilibrio isostático de las lavas al enfriarse cuando entran en contacto con el agua y también por la erosión marina.