En un momento transformador para el Ecuador, a finales del siglo XIX y principios del XX, se abrieron espacios para la participación pública de las mujeres por primera vez. Victoria Vásconez Cuvi fue una de las mujeres que participó en estos cambios sociales y políticos, y aprovechó las nuevas oportunidades para insertarse en el campo literario. Desde allí luchó para legitimar la participación femenina en la educación, el trabajo y el sufr4gio. Vásconez Cuvi se vinculó al grupo de escritoras partícipes de una red de mujeres hispanoamericnas, activistas, f3minist4s, políticas e intelectuales, que tuvieron un rol determinante para que las mujeres fueran tratadas como ciudadanas. Victoria Vásconez Cuvi mantuvo una posición crítica frente a la situación limitada y limitante de las mujeres, y siempre reclamó la libertad. Se enfrentó a los prejuicios sociales y a los estereotipos, tanto en la forma en que vivió su propia vida, como en los textos que escribió, pero siempre desde una posición no combativa, por lo cual, a veces se pasan por alto los actos y las palabras subversivas de esta autora. En varios de sus textos más importantes, como su colección de ensayos y poemas en prosa, Ensayos literarios (1922), sus análisis sobre el rol de las mujeres en “Actividades domésticas y sociales de la mujer” (1932) y “Problemas educativos” (1936) o su libro póstumo Vida de Mariana de Jesús (1940), se halla un considerable espesor cultural. Las influencias filosóficas en ellos, así como las ideológicas, indican su inserción en el discurso intelectual de la época, así como una postura específica para las mujeres, que enfatizan en la búsqueda de la emancipación intelectual. En los escritos de Victoria Vásconez Cuvi se hacen patentes las complejas lecturas y la extensa biblioteca a las que tuvo acceso. Con una amplia visión de la modernidad, trató temas en sus ensayos de manera ilustrada. Abordó e introdujo temas contemporáneos como la deficiente educación a la cual eran sometidas las mujeres y la necesidad de prepararse para la vida, no sólo como madres y esposas, sino como personas completas, cuyas cualidades y valores fueron fundamentales para la construcción de la nación.
En un momento transformador para el Ecuador, a finales del siglo XIX y principios del XX, se abrieron espacios para la participación pública de las mujeres por primera vez. Victoria Vásconez Cuvi fue una de las mujeres que participó en estos cambios sociales y políticos, y aprovechó las nuevas oportunidades para insertarse en el campo literario. Desde allí luchó para legitimar la participación femenina en la educación, el trabajo y el sufr4gio. Vásconez Cuvi se vinculó al grupo de escritoras partícipes de una red de mujeres hispanoamericnas, activistas, f3minist4s, políticas e intelectuales, que tuvieron un rol determinante para que las mujeres fueran tratadas como ciudadanas. Victoria Vásconez Cuvi mantuvo una posición crítica frente a la situación limitada y limitante de las mujeres, y siempre reclamó la libertad. Se enfrentó a los prejuicios sociales y a los estereotipos, tanto en la forma en que vivió su propia vida, como en los textos que escribió, pero siempre desde una posición no combativa, por lo cual, a veces se pasan por alto los actos y las palabras subversivas de esta autora. En varios de sus textos más importantes, como su colección de ensayos y poemas en prosa, Ensayos literarios (1922), sus análisis sobre el rol de las mujeres en “Actividades domésticas y sociales de la mujer” (1932) y “Problemas educativos” (1936) o su libro póstumo Vida de Mariana de Jesús (1940), se halla un considerable espesor cultural. Las influencias filosóficas en ellos, así como las ideológicas, indican su inserción en el discurso intelectual de la época, así como una postura específica para las mujeres, que enfatizan en la búsqueda de la emancipación intelectual. En los escritos de Victoria Vásconez Cuvi se hacen patentes las complejas lecturas y la extensa biblioteca a las que tuvo acceso. Con una amplia visión de la modernidad, trató temas en sus ensayos de manera ilustrada. Abordó e introdujo temas contemporáneos como la deficiente educación a la cual eran sometidas las mujeres y la necesidad de prepararse para la vida, no sólo como madres y esposas, sino como personas completas, cuyas cualidades y valores fueron fundamentales para la construcción de la nación.