1) Realizar al menos 150 minutos a la semana de actividad física cardiovascular a una intensidad moderada.
Esos 150 minutos pueden ser 30 minutos 5 veces por semana ó 40 minutos de día de por medio ó 10 minutos en la mañana y 10 por la noche cada día, o como le funcione mejor. Eso sí, deben completarse los 150 minutos semanales. De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, esa es la cantidad mínima de ejercicio requerida para mejorar la salud cardiovascular y prevenir infartos.
2) Hacer 5 tiempos de comida, incorporando al menos una porción de frutas y otra de vegetales, al día.
Comer cada 3 horas, que es cuando naturalmente el organismo siente hambre, facilita comer moderadamente cuando se llega a los tiempos grandes de comida, pues no se llega con hambre acumulada y le permite al cuerpo tener suficiente energía disponible para usarla a los largo del día y no acumularla en forma de reservas de grasa. Además, de acuerdo con la nutricionista Larisa Páez, se absorben más nutrientes si se consumen los alimentos que los contienen en diferentes momentos del día, que si se come una única gran porción de ellos en una sola comida.
Que las frutas y los vegetales sean parte de esos tiempos de comida le permitirá al organismo obtener más nutrientes a partir de alimentos que suelen no ser calóricamente densos.
3) Tomar al menos 3 vasos de agua diariamente.
El agua ayuda a la digestión, mejora el metabolismo y evita el consumo de alimentos en exceso porque a veces confundimos el hambre con la sed. (Y ojo que dice agua; no dice café, refresco, hidratante, etc.)
4) Dormir al menos 6 horas cada noche.
La falta de sueño afecta memoria, aprendizaje, creatividad, productividad y estabilidad emocional. Así, no dormir lo suficiente cada noche (no sirve reponer trasnochadas en la mañana), puede comprometer su salud e incluso pudiera acortar la vida. ¿Cuánto es suficiente? De seis a ocho horas. Más de ocho puede perjudicar su memoria y menos de seis, está asociado con la aparición de diversas enfermedades. Además, dormir bien potencia los beneficios de otros hábitos saludables.
5) Identificar al menos una cosa buena que le haya sucedido en el día y sentirse totalmente agradecido, sin “peros”, por ella.
1) Realizar al menos 150 minutos a la semana de actividad física cardiovascular a una intensidad moderada.
Esos 150 minutos pueden ser 30 minutos 5 veces por semana ó 40 minutos de día de por medio ó 10 minutos en la mañana y 10 por la noche cada día, o como le funcione mejor. Eso sí, deben completarse los 150 minutos semanales. De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, esa es la cantidad mínima de ejercicio requerida para mejorar la salud cardiovascular y prevenir infartos.
2) Hacer 5 tiempos de comida, incorporando al menos una porción de frutas y otra de vegetales, al día.
Comer cada 3 horas, que es cuando naturalmente el organismo siente hambre, facilita comer moderadamente cuando se llega a los tiempos grandes de comida, pues no se llega con hambre acumulada y le permite al cuerpo tener suficiente energía disponible para usarla a los largo del día y no acumularla en forma de reservas de grasa. Además, de acuerdo con la nutricionista Larisa Páez, se absorben más nutrientes si se consumen los alimentos que los contienen en diferentes momentos del día, que si se come una única gran porción de ellos en una sola comida.
Que las frutas y los vegetales sean parte de esos tiempos de comida le permitirá al organismo obtener más nutrientes a partir de alimentos que suelen no ser calóricamente densos.
3) Tomar al menos 3 vasos de agua diariamente.
El agua ayuda a la digestión, mejora el metabolismo y evita el consumo de alimentos en exceso porque a veces confundimos el hambre con la sed. (Y ojo que dice agua; no dice café, refresco, hidratante, etc.)
4) Dormir al menos 6 horas cada noche.
La falta de sueño afecta memoria, aprendizaje, creatividad, productividad y estabilidad emocional. Así, no dormir lo suficiente cada noche (no sirve reponer trasnochadas en la mañana), puede comprometer su salud e incluso pudiera acortar la vida. ¿Cuánto es suficiente? De seis a ocho horas. Más de ocho puede perjudicar su memoria y menos de seis, está asociado con la aparición de diversas enfermedades. Además, dormir bien potencia los beneficios de otros hábitos saludables.
5) Identificar al menos una cosa buena que le haya sucedido en el día y sentirse totalmente agradecido, sin “peros”, por ella.