1- Reducen las Islas de calor – La inercia térmica del agua presente en las plantas y de la propia tierra de cultivo hace que el huerto absorba el calor, reduciendo las fluctuaciones de temperatura. 2- Mejora la calidad del aire – De noche las hojas hacen la fotosíntesis, liberando oxígeno.
Greenpeace habla de agricultura ecológica como aquella que “garantiza una agricultura sana y alimentos saludables para hoy y para mañana, ya que protege el suelo, el agua y el clima, promoviendo la biodiversidad. No contamina el medio ambiente con agroquímicos ni con cultivos transgénicos”.
Los recursos utilizados para sembrar y recoger son totalmente naturales y, por lo tanto, no dañan ni la tierra ni el planeta. En explotaciones más amplias dedicadas a un consumo masivo, se usan pesticidas o técnicas que pueden deteriorar el planeta.
Son más baratos
Crear un huerto ecológico te puede permitir ahorrar mucho en alimentos, ya que utilizando los suministros como el riego de forma eficiente se pueden conseguir grandes resultados.
Ayudan a sectores desfavorecidos
Algunos ayuntamientos han puesto en marcha iniciativas en las que ofrecen parcelas destinadas a huertos ecológicos a grupos sociales en riesgo de exclusión, o incluso escuelas y otro tipo de asociaciones, para promover un uso social.
Puede ser un proyecto educativo
Algunos colegios implican a los más pequeños y les ponen en contacto con la naturaleza a través de huertos ecológicos en los que aprenden la importancia del trabajo en equipo y otros valores educativos esenciales.
Son más saludables
Porque en todo momento eres consciente de lo que plantas y de cómo lo haces, y no estarás consumiendo alimentos con productos químicos posiblemente nocivos
Respuesta:
1- Reducen las Islas de calor – La inercia térmica del agua presente en las plantas y de la propia tierra de cultivo hace que el huerto absorba el calor, reduciendo las fluctuaciones de temperatura. 2- Mejora la calidad del aire – De noche las hojas hacen la fotosíntesis, liberando oxígeno.
Respuesta:
Greenpeace habla de agricultura ecológica como aquella que “garantiza una agricultura sana y alimentos saludables para hoy y para mañana, ya que protege el suelo, el agua y el clima, promoviendo la biodiversidad. No contamina el medio ambiente con agroquímicos ni con cultivos transgénicos”.
Los recursos utilizados para sembrar y recoger son totalmente naturales y, por lo tanto, no dañan ni la tierra ni el planeta. En explotaciones más amplias dedicadas a un consumo masivo, se usan pesticidas o técnicas que pueden deteriorar el planeta.
Son más baratos
Crear un huerto ecológico te puede permitir ahorrar mucho en alimentos, ya que utilizando los suministros como el riego de forma eficiente se pueden conseguir grandes resultados.
Ayudan a sectores desfavorecidos
Algunos ayuntamientos han puesto en marcha iniciativas en las que ofrecen parcelas destinadas a huertos ecológicos a grupos sociales en riesgo de exclusión, o incluso escuelas y otro tipo de asociaciones, para promover un uso social.
Puede ser un proyecto educativo
Algunos colegios implican a los más pequeños y les ponen en contacto con la naturaleza a través de huertos ecológicos en los que aprenden la importancia del trabajo en equipo y otros valores educativos esenciales.
Son más saludables
Porque en todo momento eres consciente de lo que plantas y de cómo lo haces, y no estarás consumiendo alimentos con productos químicos posiblemente nocivos