El fenómeno El Niño costero que golpeó Perú en los últimos meses, con inundaciones, deslizamientos de lodo y lluvias torrenciales que han dejado 106 muertos, "ha sido peor que un terremoto", afirmó el ministro de Energía y Minas, Gonzalo Tamayo, en una entrevista publicada hoy en Lima.
"Este Niño ha sido más fuerte que otros. Porque se activaron 1,500 kilómetros de emergencia simultánea", declaró Tamayo al diario El Comercio.
El ministro agregó que el evento climatológico "ha sido peor que un terremoto porque en ese caso la ayuda va solo al epicentro".
"Acá hemos tenido muchas zonas que atender a la vez y destinar todo el capital humano del Estado", explicó Tamayo, que estuvo al frente de la asistencia en la región Lima.
El Gobierno del presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, envió a todos los ministros a dirigir las acciones de ayuda en casi una veintena de regiones del país afectadas por los desbordes de ríos, colapso de carreteras y derrumbes de miles de casas en decenas de valles de la costa norte y central de Perú, así como distritos de la sierra y selva.
Tamayo indicó que ahora el nivel de los ríos están en un nivel que no es considerado peligroso y que el Ejecutivo prepara instrumentos legales para evitar el reasentamiento de los damnificados en quebradas y que sanciona a los funcionarios públicos que lo permitan.
A nivel nacional, el último informe de víctimas y daños registra 106 muertos, 18 desaparecidos, 364 heridos, más de 169,000 damnificados, cerca de un millón de afectados y más de 218,000 casas dañadas.
Kuczynski anunció el jueves pasado que se instalarán 12,500 viviendas prefabricadas para atender a los damnificados que han dejado las lluvias e inundaciones en las regiones Piura, Tumbes, Lambayeque y La Libertad, en el norte del país.
Perú ha sido afectado desde diciembre pasado por el atípico fenómeno El Niño costero, que se manifiesta cuando el calentamiento de las aguas del océano Pacífico genera intensas lluvias en la costa desértica, que producen inundaciones y aluviones, principalmente en el norte y el centro del país, incluida Lima.
El fenómeno El Niño costero que golpeó Perú en los últimos meses, con inundaciones, deslizamientos de lodo y lluvias torrenciales que han dejado 106 muertos, "ha sido peor que un terremoto", afirmó el ministro de Energía y Minas, Gonzalo Tamayo, en una entrevista publicada hoy en Lima.
"Este Niño ha sido más fuerte que otros. Porque se activaron 1,500 kilómetros de emergencia simultánea", declaró Tamayo al diario El Comercio.
El ministro agregó que el evento climatológico "ha sido peor que un terremoto porque en ese caso la ayuda va solo al epicentro".
"Acá hemos tenido muchas zonas que atender a la vez y destinar todo el capital humano del Estado", explicó Tamayo, que estuvo al frente de la asistencia en la región Lima.
El Gobierno del presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, envió a todos los ministros a dirigir las acciones de ayuda en casi una veintena de regiones del país afectadas por los desbordes de ríos, colapso de carreteras y derrumbes de miles de casas en decenas de valles de la costa norte y central de Perú, así como distritos de la sierra y selva.
Tamayo indicó que ahora el nivel de los ríos están en un nivel que no es considerado peligroso y que el Ejecutivo prepara instrumentos legales para evitar el reasentamiento de los damnificados en quebradas y que sanciona a los funcionarios públicos que lo permitan.
A nivel nacional, el último informe de víctimas y daños registra 106 muertos, 18 desaparecidos, 364 heridos, más de 169,000 damnificados, cerca de un millón de afectados y más de 218,000 casas dañadas.
Kuczynski anunció el jueves pasado que se instalarán 12,500 viviendas prefabricadas para atender a los damnificados que han dejado las lluvias e inundaciones en las regiones Piura, Tumbes, Lambayeque y La Libertad, en el norte del país.
Perú ha sido afectado desde diciembre pasado por el atípico fenómeno El Niño costero, que se manifiesta cuando el calentamiento de las aguas del océano Pacífico genera intensas lluvias en la costa desértica, que producen inundaciones y aluviones, principalmente en el norte y el centro del país, incluida Lima.