A pesar de que la palabra “alma” es ambigua, la noción de que las personas tienen alma se expresa mediante un concepto específico. Según la tradición clásica, el alma es una entidad no física que puede separarse del cuerpo físico. Por consiguiente, la creencia en el alma implica el dualismo de la sustancia, es decir, la existencia de dos sustancias: una material (la materia que conforma el universo) y una no material (de la que se compone el alma). Por lo tanto, el alma no tiene masa, extensión (no ocupa espacio) ni ubicación.
El alma existe a una entidad que según las afirmaciones y creencias de diferentes tradiciones sean filosóficas o religiosas que poseemos lo seres vivos (racional e irracional)
A pesar de que la palabra “alma” es ambigua, la noción de que las personas tienen alma se expresa mediante un concepto específico. Según la tradición clásica, el alma es una entidad no física que puede separarse del cuerpo físico. Por consiguiente, la creencia en el alma implica el dualismo de la sustancia, es decir, la existencia de dos sustancias: una material (la materia que conforma el universo) y una no material (de la que se compone el alma). Por lo tanto, el alma no tiene masa, extensión (no ocupa espacio) ni ubicación.
El alma existe a una entidad que según las afirmaciones y creencias de diferentes tradiciones sean filosóficas o religiosas que poseemos lo seres vivos (racional e irracional)