Y al hablar de cristianos que profesan hoy aquella ley bárbara, no me refiero á hombres vulgares, sino á personas ilustradas y fervorosas.
Había comprendido muy bien lo que la señora de Lerne le había dicho con insinuaciones y palabras solapadas, a saber, que tenía en su hijo Jacobo un admirador fervoroso.
A un sacristán se le ocurrió abrir el cancel de la puerta de par en par y una multitud inquieta y estrepitosa, que no había madrugado a rezar la novena, fue penetrando en la vasta nave a escuchar la palabra del misionero que en aquel momento subía al púlpito con ademán recogido y fervoroso.
Godofredo, llorando a lágrima viva, trata de contenerlos, implorando, persuadiéndoles con palabras fervorosas.
Entre ellos descuella Jehuda Leví, el Castellano, a quien Heine celebra con entusiasmo fervoroso.
Carlos, impecable, caballeresco, galante, rendido, mostrábase cada vez más enamorado, más entusiasta, más fervoroso.
Estas imágenes eran las que más se vendían, porque el santo inspiraba en el pueblo devoción fervorosa.
De suerte que sin dejar de ser buena cristiana, no pasó a fervorosa.
En el ánimo de Luis han hecho honda impresión esta vida y esta muerte ejemplares de un hombre, menester es confesarlo, simple y de cortas luces, pero de una voluntad sana, de una fe profunda y de una caridad fervorosa.
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Y al hablar de cristianos que profesan hoy aquella ley bárbara, no me refiero á hombres vulgares, sino á personas ilustradas y fervorosas.
Había comprendido muy bien lo que la señora de Lerne le había dicho con insinuaciones y palabras solapadas, a saber, que tenía en su hijo Jacobo un admirador fervoroso.
A un sacristán se le ocurrió abrir el cancel de la puerta de par en par y una multitud inquieta y estrepitosa, que no había madrugado a rezar la novena, fue penetrando en la vasta nave a escuchar la palabra del misionero que en aquel momento subía al púlpito con ademán recogido y fervoroso.
Godofredo, llorando a lágrima viva, trata de contenerlos, implorando, persuadiéndoles con palabras fervorosas.
Entre ellos descuella Jehuda Leví, el Castellano, a quien Heine celebra con entusiasmo fervoroso.
Carlos, impecable, caballeresco, galante, rendido, mostrábase cada vez más enamorado, más entusiasta, más fervoroso.
Estas imágenes eran las que más se vendían, porque el santo inspiraba en el pueblo devoción fervorosa.
De suerte que sin dejar de ser buena cristiana, no pasó a fervorosa.
En el ánimo de Luis han hecho honda impresión esta vida y esta muerte ejemplares de un hombre, menester es confesarlo, simple y de cortas luces, pero de una voluntad sana, de una fe profunda y de una caridad fervorosa.
Explicación:
no se