Una novela Policiaca inventada, de tres capítulos...urgente!
gennesmartinez El cuerpo apareció flotando en la orilla del río muy temprano en la mañana, ni bien amaneció, lo encontró su amigo y compañero de pesca después de haberlo buscado toda la noche, luego de pedir auxilio a unas personas que pasaban por el lugar dio aviso a la policía.
A la hora, la orilla era un sinfín de agentes de policía, periodistas que se habían enterado prontamente y curiosos vecinos del lugar. Andaban por todos lados yendo y viniendo pisoteando todo alrededor del difunto, borrando todas las huellas que pudiera haber.
Llegó el comisario Juan vio aquella multitud en el lugar del hecho, se fastidió y ordenó a su gente retirar a todos y poner las cintas amarillas que indicaban que nadie podía pasar en la zona. Se puso a dar una ojeada buscando entre los camalotes y yuyos de la costa cualquier cosa que fuera de lugar y que le diera una pista de lo que podría haber sucedido en aquel lugar tan inadecuado para encontrar un cadáver. Caminando en círculos mirando hacia abajo y de tanto en tanto se agachaba y levantaba objetos que solo él podía individualizar y los guardaba en su bolsillo.
Luego vinieron los expertos, levantaron el cuerpo en una camilla y lo sacaron del agua, lo llevaron a una zona limpia donde pudieron hacer las primeras observaciones minuciosas del mismo, después de un buen rato llamaron al comisario y le dijeron que la causa de la muerte era un fuerte golpe en la cabeza provocado posiblemente por una piedra al resbalar por la barranca del camino, ya que además del porrazo encontraron restos de piedra en la herida.
El comisario llamo al compañero de pesca y le pidió que le contara lo sucedido, este contó su versión confirmando lo sospechado. Cuando se dirigían a pescar su amigo cayó por la barranca golpeando con las piedras y terminando su caída en el río, que al estar golpeado no pudo reaccionar y fue arrastrado por las aguas. Él en su desesperación no quiso dejar el lugar y decidió esperar que aparezca su compañero.
El comisario pidió ver sus equipos de pesca, que según dijo estaban en la canoa, efectivamente allí estaba todo el equipamiento de pesca: cañas, reeles, carnadas y cajas de pesca. El comisario comenzó a indagar al hombre y distraídamente revisaba todas las pertenencias. Levantó una caja y luego la otra. Preguntó porque una estaba tan pesada y la otra tan liviana. El hombre no supo que responder, el comisario inspeccionó la primer caja, esta se encontraba completa, llena de todo lo necesario para una variada pesca. Se lo comentó al hombre quien le dijo que eran muy seguidos sus días de pesca y siempre lo hacían juntos. Luego tomó la segunda caja, estaba muy liviana y al abrirla la encontró prácticamente vacía, revisó sus lados y vio una deformación en su parte inferior, una abolladura.
Inmediatamente ordenó poner las esposas al compañero de pesca quien preguntó porqué lo hacia. El comisario respondió que obviamente el había dado muerte a su compañero dándole un golpe en la cabeza con la caja de pesca, luego para encubrir su crimen puso sobre la herida que él provocó restos de piedra y el cadáver lo depositó en la orilla del río, por ese motivo había pasado toda la noche ocupado preparando la escena del hecho.
Abatido el culpable quiso saber de que manera lo descubrió, el comisario introdujo sus manos en los bolsillos y sacó unos anzuelos y algunas plomadas que había levantado en el lugar del hecho y dijo que en el momento de dar el golpe mortal con la caja de pesca la misma se abrió y desparramó el contenido en todo el lugar, cosa que el homicida no tubo en cuenta para borrar todas las huellas de su crimen.
Al momento el comisario quiso saber las causas por las que tomó la determinación de matar a su amigo y compañero de pesca de tantos años. Este le confió que momentos antes de salir a esta excursión de pesca su esposa le había confesado que lo engañaba con su mejor amigo. Por eso tomó la decisión de asesinar a ambos, pero la forma en que mató a su esposa es otra historia...
El cuerpo apareció flotando en la orilla del río muy temprano en la mañana, ni bien amaneció, lo encontró su amigo y compañero de pesca después de haberlo buscado toda la noche, luego de pedir auxilio a unas personas que pasaban por el lugar dio aviso a la policía.
A la hora, la orilla era un sinfín de agentes de policía, periodistas que se habían enterado prontamente y curiosos vecinos del lugar. Andaban por todos lados yendo y viniendo pisoteando todo alrededor del difunto, borrando todas las huellas que pudiera haber.
Llegó el comisario Juan vio aquella multitud en el lugar del hecho, se fastidió y ordenó a su gente retirar a todos y poner las cintas amarillas que indicaban que nadie podía pasar en la zona. Se puso a dar una ojeada buscando entre los camalotes y yuyos de la costa cualquier cosa que fuera de lugar y que le diera una pista de lo que podría haber sucedido en aquel lugar tan inadecuado para encontrar un cadáver. Caminando en círculos mirando hacia abajo y de tanto en tanto se agachaba y levantaba objetos que solo él podía individualizar y los guardaba en su bolsillo.
Luego vinieron los expertos, levantaron el cuerpo en una camilla y lo sacaron del agua, lo llevaron a una zona limpia donde pudieron hacer las primeras observaciones minuciosas del mismo, después de un buen rato llamaron al comisario y le dijeron que la causa de la muerte era un fuerte golpe en la cabeza provocado posiblemente por una piedra al resbalar por la barranca del camino, ya que además del porrazo encontraron restos de piedra en la herida.
El comisario llamo al compañero de pesca y le pidió que le contara lo sucedido, este contó su versión confirmando lo sospechado. Cuando se dirigían a pescar su amigo cayó por la barranca golpeando con las piedras y terminando su caída en el río, que al estar golpeado no pudo reaccionar y fue arrastrado por las aguas. Él en su desesperación no quiso dejar el lugar y decidió esperar que aparezca su compañero.
El comisario pidió ver sus equipos de pesca, que según dijo estaban en la canoa, efectivamente allí estaba todo el equipamiento de pesca: cañas, reeles, carnadas y cajas de pesca. El comisario comenzó a indagar al hombre y distraídamente revisaba todas las pertenencias. Levantó una caja y luego la otra. Preguntó porque una estaba tan pesada y la otra tan liviana. El hombre no supo que responder, el comisario inspeccionó la primer caja, esta se encontraba completa, llena de todo lo necesario para una variada pesca. Se lo comentó al hombre quien le dijo que eran muy seguidos sus días de pesca y siempre lo hacían juntos. Luego tomó la segunda caja, estaba muy liviana y al abrirla la encontró prácticamente vacía, revisó sus lados y vio una deformación en su parte inferior, una abolladura.
Inmediatamente ordenó poner las esposas al compañero de pesca quien preguntó porqué lo hacia. El comisario respondió que obviamente el había dado muerte a su compañero dándole un golpe en la cabeza con la caja de pesca, luego para encubrir su crimen puso sobre la herida que él provocó restos de piedra y el cadáver lo depositó en la orilla del río, por ese motivo había pasado toda la noche ocupado preparando la escena del hecho.
Abatido el culpable quiso saber de que manera lo descubrió, el comisario introdujo sus manos en los bolsillos y sacó unos anzuelos y algunas plomadas que había levantado en el lugar del hecho y dijo que en el momento de dar el golpe mortal con la caja de pesca la misma se abrió y desparramó el contenido en todo el lugar, cosa que el homicida no tubo en cuenta para borrar todas las huellas de su crimen.
Al momento el comisario quiso saber las causas por las que tomó la determinación de matar a su amigo y compañero de pesca de tantos años. Este le confió que momentos antes de salir a esta excursión de pesca su esposa le había confesado que lo engañaba con su mejor amigo. Por eso tomó la decisión de asesinar a ambos, pero la forma en que mató a su esposa es otra historia...