July 2023 1 16 Report
Una mañana, Jacobo el campesino, estaba arando su campo con u a yunta y dos toros. Se podía decir que Jacobo había bebido un poco más de la cuenta y los toros no la pasaban de todo bien.- ¡Arre! ¡Arre! -, gritaban y todo era derecha e izquierda: arando: toros y Jacobo. Un vecino que estaba por ahí se acercó, miró los surcos que ya no eran rectos como los del día anterior , ni por el contorno. No se sorprendió de los gritos de Jacobo ni tampoco le extraño el raro trazado de los suercos. Se entró en la sementera de Jacobo y, bonitamente, le comento que ese no era el mejor modo de hacer los surcos. El campesino se le quedó mirando por un momento para escucharlo con atención, pero luego se regresó a su yunta. ¡Arre! ¡Arre!, ¡vete al mas allá! ¿Cuál es la diferencia si al fin y al cabo tenemos que arar todo?


cual condideras que es la enseñansa del texto


doy coronita ​

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