denissenyyan
La leyenda de Momotaro (Japonesa) La leyenda de Momotaro cuenta las grandes hazañas que lograría un Niño ante unos Demonios malvados que siempre estaban atormentando y robando las aldeas. Cierta vez, una pareja de ancianos que vivían en una pacífica aldea, fueron a trabajar muy temprano. La Mujer iba al río para lavar, pero de pronto desde el mismo río, se deslizaba flotando un enorme melocotón. Cuando se acercó a ella, lo tomó y lo guardo para poder comerlo junto a su esposo. Al llegar la tarde tras trabajar y hacer los quehaceres, la pareja se disponía a descansar y degustar del gran Melocotón que se veía suculento. Cuando lograron abrir el melocotón, había un bebé de grandes ojos. Como la pareja no tenia hijos, creyeron que aquel bebé era un regalo de los Dioses, así que decidieron adoptarlo y llamarlo "Momotaro" (Momo de Melocotón y Taro, un nombre típico japones). Con el pasar del tiempo, Momotaro era más grande, buen niño, valiente y muy noble. Cuando terminó la escuela, se convirtió en un joven muy responsable y con gran destreza de combate. Un día cuando se enteraron que los demonios continuaban acechando y robando en las aldeas cercanas, Momotaro decidió enfrentarlos y luchar contra ellos para detener sus maldades. Los adultos mayores y sus padres adoptivos aceptaron que él vaya a la Isla de los Demonios. Momotaro recogió mucha comida y armándose con su espada, emprendió su camino. En su camino, Momotaro se encontró a un Perrito. Él le preguntó a donde iba, así que Momotaro le respondió que iba a la Isla de los Demonios para vencerlos por sus maldades. El Perrito decidió ayudarlo si a cambio le invitaba la comida tan rica que llevaba y olía. Momotaro aceptó y así, el Perrito le siguió. Más adelante, Momotaro y el Perrito se encontraron con un Mono. Él hizo la misma pregunta y tras escuchar la razón, pidió acompañarlos a cambio de un poco de comida. Momotaro aceptó y así, el Mono se les unió en su misión. Mucho después, un hermoso Faisán apareció ante Momotaro y sus amigos. El ave preguntó a donde iban, y tras saber su gran misión, decidió acompañarlos a cambio de un poco de comida. Momotaro le brindo comida y así, el Faisán se unió al Perrito, el Mono y claro, a Momotaro en aquella gran y noble misión. Tras un largo camino y cruzar el océano hacia la isla de los Demonios, lograron llegar. Ocultándose cuidadosamente, los amigos planearon cómo atacar a ellos sin que se den cuenta; así que decidieron hacerlo por la noche mientras todos dormían. Al llegar la noche, todos los Demonios dormían, entonces Momotaro, el Perrito, el Mono y el Faisán emprendieron su ataque con mucho cuidado. Uno a uno los Demonios iban cayendo a pesar de que el miedo en momentos era inminente; pero con muchos ánimos y ayudas entre los amigos, pudieron llegar muy lejos y lograr vencer a todos los Demonios incluyendo a su poderoso Rey. Vencidos y sin poder hacer nada ya los Demonios, Momotaro los perdonó pero, pidió que devuelvan todo aquello que habían robado y que prometan jamás volver a pisar la tierra de los aldeanos. Sólo así ellos los perdonarían. Momotaro y sus amigos regresaron triunfantes a su aldea con todo lo que habían robado los Demonios y así, tuvieron paz y dicha para siempre. Fuente original: http://leyendascortasparaninos.blogspot.mx/2016/07/la-leyenda-de-momotaro.html Es un poco extensa, pero me gustó mucho