“Ahora sí espero cruzar todas las fronteras que hay en el camino, llegar donde mi papá y volver a estudiar, ayudarle un poquito a él y a mi familia. Yo sé que voy a lograr estar allá, donde no puedan lastimarnos más”, narra Alicia en un libro que a simple vista pareciera un gran relato de fantasía por sus coloridas ilustraciones. Sin embargo, basta con volver a ver con más atención cada una de las imágenes para darse cuenta que no se trata de un clásico cuento infantil.
Se trata una publicación de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) denominada “Caminos de luces y sombras”, la cual compila 16 historias de niños, niñas y adolescentes migrantes. Fue elaborada gracias al apoyo de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los EE. UU. En la elaboración del material participaron institutos de la niñez y adolescencia, organizaciones de la sociedad civil y centros de atención de México y Centroamérica.
Niños y niñas están viajando sin la compañía de un familiar o un adulto responsable en Mesoamérica. De acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, en el 2013 fueron aprehendidos 38.759 niños, niñas y adolescentes no acompañados en la frontera suroeste de ese país y para el 2014 la cifra aumentó a 68.541.
Todos estos infantes y adolescentes viven muchos de los mismos dramas que padecen los adultos migrantes. Por ejemplo, así describe Nahil uno de los episodios que vivió camino a Estados Unidos: “Sin importar el dolor, me agarraron y me llevaron con ellos, yo caminaba como un robot para que las espinas no se metieran más. Eso fue lo más triste, ver cómo me trataban, sin importar lo que estuviera sintiendo. Así me llevaron hasta la hilera”.
Por otro lado, Lucas detalla su experiencia en los viajes peligrosos que hizo en tren: “Lo peor es cuando en medio de toda aquella pesadilla, se te aparece la “la bestia”. ¿Por algo le llaman así, no? Pero hasta que no lo vives, no lo crees. Yo antes pensaba que no era más que un tren, como cualquiera. Hasta que estando ahí te das cuenta que el miedo, los secuestros, los asaltos y la muerte también suben”.
La OIM espera que este libro llegue a ser un material de apoyo en el fortalecimiento de capacidades de personal de instituciones de gobierno y sociedad civil en la región mesoamericana. Pero más allá, aspira a que quienes lean la publicación refuercen su compromiso a trabajar por la niñez migrante desde las perspectivas de derechos humanos, género, diversidad, interculturalidad e interés superior del niño(a). Lo anterior con el fin de incidir positivamente en la calidad de vida de las personas migrantes menores de edad.
Explicación: la niñez de vez divertirla y no te preocupes no podrás pasarte la mismo que en la historia
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“Ahora sí espero cruzar todas las fronteras que hay en el camino, llegar donde mi papá y volver a estudiar, ayudarle un poquito a él y a mi familia. Yo sé que voy a lograr estar allá, donde no puedan lastimarnos más”, narra Alicia en un libro que a simple vista pareciera un gran relato de fantasía por sus coloridas ilustraciones. Sin embargo, basta con volver a ver con más atención cada una de las imágenes para darse cuenta que no se trata de un clásico cuento infantil.
Se trata una publicación de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) denominada “Caminos de luces y sombras”, la cual compila 16 historias de niños, niñas y adolescentes migrantes. Fue elaborada gracias al apoyo de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los EE. UU. En la elaboración del material participaron institutos de la niñez y adolescencia, organizaciones de la sociedad civil y centros de atención de México y Centroamérica.
Niños y niñas están viajando sin la compañía de un familiar o un adulto responsable en Mesoamérica. De acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, en el 2013 fueron aprehendidos 38.759 niños, niñas y adolescentes no acompañados en la frontera suroeste de ese país y para el 2014 la cifra aumentó a 68.541.
Todos estos infantes y adolescentes viven muchos de los mismos dramas que padecen los adultos migrantes. Por ejemplo, así describe Nahil uno de los episodios que vivió camino a Estados Unidos: “Sin importar el dolor, me agarraron y me llevaron con ellos, yo caminaba como un robot para que las espinas no se metieran más. Eso fue lo más triste, ver cómo me trataban, sin importar lo que estuviera sintiendo. Así me llevaron hasta la hilera”.
Por otro lado, Lucas detalla su experiencia en los viajes peligrosos que hizo en tren: “Lo peor es cuando en medio de toda aquella pesadilla, se te aparece la “la bestia”. ¿Por algo le llaman así, no? Pero hasta que no lo vives, no lo crees. Yo antes pensaba que no era más que un tren, como cualquiera. Hasta que estando ahí te das cuenta que el miedo, los secuestros, los asaltos y la muerte también suben”.
La OIM espera que este libro llegue a ser un material de apoyo en el fortalecimiento de capacidades de personal de instituciones de gobierno y sociedad civil en la región mesoamericana. Pero más allá, aspira a que quienes lean la publicación refuercen su compromiso a trabajar por la niñez migrante desde las perspectivas de derechos humanos, género, diversidad, interculturalidad e interés superior del niño(a). Lo anterior con el fin de incidir positivamente en la calidad de vida de las personas migrantes menores de edad.
Explicación: la niñez de vez divertirla y no te preocupes no podrás pasarte la mismo que en la historia