Allá, en tiempo de entonces y en tierras muy remotas, cuando hablaban los brutos su cierta jerigonza, notó el sabio elefante 5 que entre ellos era moda incurrir en abusos dignos de gran reforma.
Afeárselos quiere y a este fin los convoca.
Hace una reverencia a todos con la trompa y empieza a persuadirlos en una arenga docta que para aquel intento 15 estudió de memoria.
¡Qué de injurias vomita la sierpe venenosa!
Murmuran por lo bajo, 45 zumbando en voces roncas, el zángano, la avispa, el tábano y la mosca.
Sálense del concurso, por no escuchar sus glorias, 50 el cigarrón dañino, la oruga y la langosta.
el que no, que las oiga».
Quien mis fábulas lea, 65 sepa también que todas hablan a mil naciones, no sólo a la española.
Allá, en tiempo de entonces y en tierras muy remotas, cuando hablaban los brutos su cierta jerigonza, notó el sabio elefante 5 que entre ellos era moda incurrir en abusos dignos de gran reforma.
Afeárselos quiere y a este fin los convoca.
Hace una reverencia a todos con la trompa y empieza a persuadirlos en una arenga docta que para aquel intento 15 estudió de memoria.
¡Qué de injurias vomita la sierpe venenosa!
Murmuran por lo bajo, 45 zumbando en voces roncas, el zángano, la avispa, el tábano y la mosca.
Sálense del concurso, por no escuchar sus glorias, 50 el cigarrón dañino, la oruga y la langosta.
el que no, que las oiga».
Quien mis fábulas lea, 65 sepa también que todas hablan a mil naciones, no sólo a la española.