Érase una vez, hace mucho pero muchos años, se escapó de una granja un cerdo que era muy maltratado por el resto de sus compañeros. Partió de la granja y estuvo muchos días caminando sin encontrar un rumbo hasta que encontró un gran rebaño de carneros que se encontraban comiendo pacíficamente en un extenso prado.
El pobre cerdito se acerco muy despacio y sin hacer ruido, esperando poder mezclarse con ellos si que lo dañaran. Los carneros no le hicieron ningún daño y además le permitieron que se incorporara al rebaño como si fuera otros de ellos.
Pasaron varios días y el cerdito continuó con los carneros hasta el día que el pastor se dio cuenta de que estaba ahí y lo cogió y lo llevó a su casa. Cuando él se vio atrapado por aquel hombre, comenzó a gruñir fuertemente y hacer todo lo posible para tratar de liberarse de las manos del pastor. Los carneros al ver esa situación comenzaron a reñirle fuertemente al pobre cerdo:
– Oye amigo no hagas tanto escándalo. Nosotros también somos agarrados por el pastor y no formamos tanta bulla.
El cerdo muy molesto les respondió:
– No comparen, pues la situación no es la misma ya que cuando el los agarra a ustedes es solo para quitarle la lana, a mi me quiere para quitarme la carne.
Moraleja: Hay cosas que ya no puedes volver a tener y por eso si merece la pena llorar pero no debes llorar por aquello que puedes reparar.
listo we hay esta con moraleja xdd
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gamerfourever
les hagradesco por la favula pero se me olvido que fuera corta pero estas favulas estan bien gracias
Érase una vez, hace mucho pero muchos años, se escapó de una granja un cerdo que era muy maltratado por el resto de sus compañeros. Partió de la granja y estuvo muchos días caminando sin encontrar un rumbo hasta que encontró un gran rebaño de carneros que se encontraban comiendo pacíficamente en un extenso prado.
El pobre cerdito se acerco muy despacio y sin hacer ruido, esperando poder mezclarse con ellos si que lo dañaran. Los carneros no le hicieron ningún daño y además le permitieron que se incorporara al rebaño como si fuera otros de ellos.
Pasaron varios días y el cerdito continuó con los carneros hasta el día que el pastor se dio cuenta de que estaba ahí y lo cogió y lo llevó a su casa. Cuando él se vio atrapado por aquel hombre, comenzó a gruñir fuertemente y hacer todo lo posible para tratar de liberarse de las manos del pastor. Los carneros al ver esa situación comenzaron a reñirle fuertemente al pobre cerdo:
– Oye amigo no hagas tanto escándalo. Nosotros también somos agarrados por el pastor y no formamos tanta bulla.
El cerdo muy molesto les respondió:
– No comparen, pues la situación no es la misma ya que cuando el los agarra a ustedes es solo para quitarle la lana, a mi me quiere para quitarme la carne.
Moraleja: Hay cosas que ya no puedes volver a tener y por eso si merece la pena llorar pero no debes llorar por aquello que puedes reparar.
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