El interés de Inglaterra en socavar el monopolio comercial español en América Latina se expresó en los ataques a La Habana, Buenos Aires, Montevideo y Cuba, además de los ataques de piratas que saquearon y hundieron galeones que llevaban oro y plata desde América hacia España.
Ese interés explica el financiamiento que banqueros privados ingleses, con la aquiescencia de la corona, otorgaron a los patriotas y así llegaron legiones inglesas a apoyar la independencia. Pero el cobro ulterior de esas acreencias tuvieron el apoyo de la Corona cuyos diplomáticos ejercieron todo tipo de presiones, hasta utilizar las armas para forzar el pago de las acreencias.
En la monografía de grado de Mauricio Avellaneda titulada: La deuda soberana de Colombia durante el siglo XIX, muestra que en más de una ocasión los delegados colombianos ofrecieron pagar la deuda usando mecanismos diferentes a la moneda. En el Convenio de 1845 propusieron pagar los intereses en tabaco y extinguir la deuda mediante la entrega del monopolio del tabaco y en el Convenio de 1861 se ofreció entregarles tierras baldías, en tanto que en el Convenio de 1873 se propuso pagar la totalidad de la deuda entregando a perpetuidad de las salinas de Zipaquirá. Pero los acreedores no aceptaron tierras y el pago se redujo la entrega de nuevos bonos…
En diversas ocasiones las autoridades colombianas experimentaron la presión de la Legación Británica en Bogotá para lograr un comportamiento favorable a los intereses ingleses. Cuando el presidente Santander requirió al Congreso en 1823 que decidiera sobre las operaciones de Zea señaló que habían sido embargados los bienes de la República en suelo inglés y advirtió que existía la posibilidad de que el gobierno inglés optase por la fuerza para lograr el pago de las acreencias.
Hubo tales diferencias con ocasión del contrato Mackintosh de 1821, que se suspendieron las relaciones diplomáticas entre la Gran Bretaña y la Nueva Granada y hubo un intento de la armada británica en noviembre de 1856 de bloquear al puerto de Cartagena para obtener un arreglo definitivo para el citado contrato.
En 1894, el ministro del Tesoro Abadía Méndez solicitó al Congreso llegar a un nuevo arreglo pues a esa fecha la deuda inglesa de la independencia se encontraba en cesación desde hacia 15 años. Se buscaba asi evitar que Gran Bretaña tomara acciones como el bombardeo británico sobre Alejandría e invasión a Egipto en 1882 a consecuencia del incumplimiento en el pago de la deuda; lo mismo que le habia ocurrido a México, Nicaragua, El Salvador y Venezuela.
A raíz de la caída de los precios del café, que era el principal producto de exportación de Venezuela y era el segundo productor detrás de Brasil, perdió 20% de sus ingresos y el gobierno de Cipriano Castro suspendió en 1902 el pago de la deuda externa.
Avellaneda muestra que en ocasiones el arreglo de la deuda estuvo relacionado con la política internacional como en 1857 cuando el ejecutivo delegó a Francisco Martín para solucionar lo relacionado con el contrato Mackintosh y resuelto este litigio proceder a reestructurar la deuda inglesa de la independencia, que venía presentando problemas para su cumplido pago desde inicios de la década de 1850. Y conciliado el contrato Mackintosh y reestructurada la deuda de la independencia se buscaria de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos vincularse al Tratado de Neutralidad del Istmo de Panamá.
Por otra parte el Convenio de 1905 estipuló que el pago de la mitad de los intereses vencidos se efectuaría dependiendo de la evolución de un par de reclamaciones que Colombia tenía en contra de Francia y Estados Unidos y se buscaba asi interesar al Consejo de Tenedores de Bonos y al gobierno británico para obtener una solución favorable a los reclamos colombianos.
Respuesta:
El interés de Inglaterra en socavar el monopolio comercial español en América Latina se expresó en los ataques a La Habana, Buenos Aires, Montevideo y Cuba, además de los ataques de piratas que saquearon y hundieron galeones que llevaban oro y plata desde América hacia España.
Ese interés explica el financiamiento que banqueros privados ingleses, con la aquiescencia de la corona, otorgaron a los patriotas y así llegaron legiones inglesas a apoyar la independencia. Pero el cobro ulterior de esas acreencias tuvieron el apoyo de la Corona cuyos diplomáticos ejercieron todo tipo de presiones, hasta utilizar las armas para forzar el pago de las acreencias.
En la monografía de grado de Mauricio Avellaneda titulada: La deuda soberana de Colombia durante el siglo XIX, muestra que en más de una ocasión los delegados colombianos ofrecieron pagar la deuda usando mecanismos diferentes a la moneda. En el Convenio de 1845 propusieron pagar los intereses en tabaco y extinguir la deuda mediante la entrega del monopolio del tabaco y en el Convenio de 1861 se ofreció entregarles tierras baldías, en tanto que en el Convenio de 1873 se propuso pagar la totalidad de la deuda entregando a perpetuidad de las salinas de Zipaquirá. Pero los acreedores no aceptaron tierras y el pago se redujo la entrega de nuevos bonos…
En diversas ocasiones las autoridades colombianas experimentaron la presión de la Legación Británica en Bogotá para lograr un comportamiento favorable a los intereses ingleses. Cuando el presidente Santander requirió al Congreso en 1823 que decidiera sobre las operaciones de Zea señaló que habían sido embargados los bienes de la República en suelo inglés y advirtió que existía la posibilidad de que el gobierno inglés optase por la fuerza para lograr el pago de las acreencias.
Hubo tales diferencias con ocasión del contrato Mackintosh de 1821, que se suspendieron las relaciones diplomáticas entre la Gran Bretaña y la Nueva Granada y hubo un intento de la armada británica en noviembre de 1856 de bloquear al puerto de Cartagena para obtener un arreglo definitivo para el citado contrato.
En 1894, el ministro del Tesoro Abadía Méndez solicitó al Congreso llegar a un nuevo arreglo pues a esa fecha la deuda inglesa de la independencia se encontraba en cesación desde hacia 15 años. Se buscaba asi evitar que Gran Bretaña tomara acciones como el bombardeo británico sobre Alejandría e invasión a Egipto en 1882 a consecuencia del incumplimiento en el pago de la deuda; lo mismo que le habia ocurrido a México, Nicaragua, El Salvador y Venezuela.
A raíz de la caída de los precios del café, que era el principal producto de exportación de Venezuela y era el segundo productor detrás de Brasil, perdió 20% de sus ingresos y el gobierno de Cipriano Castro suspendió en 1902 el pago de la deuda externa.
Avellaneda muestra que en ocasiones el arreglo de la deuda estuvo relacionado con la política internacional como en 1857 cuando el ejecutivo delegó a Francisco Martín para solucionar lo relacionado con el contrato Mackintosh y resuelto este litigio proceder a reestructurar la deuda inglesa de la independencia, que venía presentando problemas para su cumplido pago desde inicios de la década de 1850. Y conciliado el contrato Mackintosh y reestructurada la deuda de la independencia se buscaria de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos vincularse al Tratado de Neutralidad del Istmo de Panamá.
Por otra parte el Convenio de 1905 estipuló que el pago de la mitad de los intereses vencidos se efectuaría dependiendo de la evolución de un par de reclamaciones que Colombia tenía en contra de Francia y Estados Unidos y se buscaba asi interesar al Consejo de Tenedores de Bonos y al gobierno británico para obtener una solución favorable a los reclamos colombianos.
espero te sirva esto