El REY fue la máxima autoridad metropolitana y colonial, en consecuencia, su autoridad era suprema e inapelable en todos los asuntos del gobierno indiano. Era suprema porque no había ningún poder por encima de su voluntad y, en consecuencia, era inapelable: su decisión sobre cualquier asunto era la última y no podía reclamarse por sobre ella. Entonces no existía el concepto de división de poderes; el Rey era el supremo administrador, el supremo legislador y el supremo juez.
El REY fue la máxima autoridad metropolitana y colonial, en consecuencia, su autoridad era suprema e inapelable en todos los asuntos del gobierno indiano. Era suprema porque no había ningún poder por encima de su voluntad y, en consecuencia, era inapelable: su decisión sobre cualquier asunto era la última y no podía reclamarse por sobre ella. Entonces no existía el concepto de división de poderes; el Rey era el supremo administrador, el supremo legislador y el supremo juez.