Un técnico de aparatos electrónicos debe calibrar un medidor láser que está marcando una medición equivocada. Para ello, el técnico realiza una marca en el piso a una distancia perpendicular de 1,95 m de una pared y luego mide la distancia desde ese punto hasta la pared con el medidor láser desajustado que registra una distancia de 2,53 m. Con esta información el técnico determina que la distancia que el medidor está adicionando de forma errónea, en metros, es de:
Las mediciones de distancias son habituales en actividades abarcadas por áreas como construcción, topografía, agrimensura, obras viales o bienes raíces, particularmente en instalaciones de gas, plomería, aire acondicionado y tanques de agua, albañilería, carpintería, cerrajería, pintura y un largo etcétera, que también incluye trabajos de bricolaje en el hogar. Muchos de los que efectúan mediciones pueden encontrar desafiante la idea de reemplazar su valiosa cinta métrica, su odómetro, o incluso su metro, por instrumentos electrónicos.
Sin embargo, a la hora de cumplir con exigencias de rapidez, precisión, seguridad, versatilidad, conveniencia y funcionalidad, presentes en muchas de las actividades que implican mediciones frecuentes, es claro que los viejos instrumentos tradicionales llevan las de perder. Ni hablar si un pequeño dispositivo electrónico del tamaño y peso de un teléfono celular es capaz, también, de sumar y restar longitudes, calcular áreas y volúmenes, efectuar complicadas operaciones de triangulación, almacenar datos y exportarlos a nuestra computadora o tablet vía Bluetooth y/o USB, todo en cuestión de segundos, de una manera sumamente sencilla y con resultados más que óptimos.
¿Por qué decimos de una manera sencilla? Porque simplemente apuntamos el distanciómetro hacia el objeto cuya magnitud queremos medir, apretamos un botón y listo! Podremos leer inmediatamente esa distancia en la pantalla del dispositivo, con una precisión asombrosa.
Por lo tanto, con estas bondades, ¿seguiríamos resistiéndonos al cambio? Seguramente, no. Conozcamos entonces, al medidor de distancia a láser, o distanciómetro láser, y todo lo que nos ofrece sin por ello tener que desembolsar una fortuna.
Respuesta:
Las mediciones de distancias son habituales en actividades abarcadas por áreas como construcción, topografía, agrimensura, obras viales o bienes raíces, particularmente en instalaciones de gas, plomería, aire acondicionado y tanques de agua, albañilería, carpintería, cerrajería, pintura y un largo etcétera, que también incluye trabajos de bricolaje en el hogar. Muchos de los que efectúan mediciones pueden encontrar desafiante la idea de reemplazar su valiosa cinta métrica, su odómetro, o incluso su metro, por instrumentos electrónicos.
Sin embargo, a la hora de cumplir con exigencias de rapidez, precisión, seguridad, versatilidad, conveniencia y funcionalidad, presentes en muchas de las actividades que implican mediciones frecuentes, es claro que los viejos instrumentos tradicionales llevan las de perder. Ni hablar si un pequeño dispositivo electrónico del tamaño y peso de un teléfono celular es capaz, también, de sumar y restar longitudes, calcular áreas y volúmenes, efectuar complicadas operaciones de triangulación, almacenar datos y exportarlos a nuestra computadora o tablet vía Bluetooth y/o USB, todo en cuestión de segundos, de una manera sumamente sencilla y con resultados más que óptimos.
¿Por qué decimos de una manera sencilla? Porque simplemente apuntamos el distanciómetro hacia el objeto cuya magnitud queremos medir, apretamos un botón y listo! Podremos leer inmediatamente esa distancia en la pantalla del dispositivo, con una precisión asombrosa.
Por lo tanto, con estas bondades, ¿seguiríamos resistiéndonos al cambio? Seguramente, no. Conozcamos entonces, al medidor de distancia a láser, o distanciómetro láser, y todo lo que nos ofrece sin por ello tener que desembolsar una fortuna.
Explicación paso a paso: