¿Quieres conocer la historia de un gran susto que terminó con sabor a bombón?
Una noche de verano la pequeña Laura estaba tumbada en su camita. Hacía mucho calor, y como no era capaz de dormir, se entretenía mirando la hermosa luna llena a través de la ventana abierta, mientras pensaba:
– Es tan blanca y luminosa… ¡Parece gran un farol alumbrando al mundo!
Estaba relajada y feliz viendo el cielo cuando de repente, sobre la mesa de estudio que estaba colocada bajo la ventana, distinguió una extraña silueta a contraluz. Se fijó bien por si era una de sus muñecas, pero enseguida se dio cuenta de que no porque… ¡la silueta en cuestión empezó a moverse de un lado a otro descontroladamente!
Una horrible sensación de espanto recorrió su cuerpo de pies a cabeza y se puso a chillar.
– ¡Aghgggggh!… ¡Socorro, socorro! ¡Hay un monstruo en mi cuarto! ¡Hay un monstruo en mi cuarto!
La niña estaba fuera de sí porque creía haber visto un ser terrorífico, pero en realidad se trataba de un inofensivo ratón que se había colado en el dormitorio buscando miguitas de pan.
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Respuesta:
El gran susto
Adaptación del cuento popular de Suiza
¿Quieres conocer la historia de un gran susto que terminó con sabor a bombón?
Una noche de verano la pequeña Laura estaba tumbada en su camita. Hacía mucho calor, y como no era capaz de dormir, se entretenía mirando la hermosa luna llena a través de la ventana abierta, mientras pensaba:
– Es tan blanca y luminosa… ¡Parece gran un farol alumbrando al mundo!
Estaba relajada y feliz viendo el cielo cuando de repente, sobre la mesa de estudio que estaba colocada bajo la ventana, distinguió una extraña silueta a contraluz. Se fijó bien por si era una de sus muñecas, pero enseguida se dio cuenta de que no porque… ¡la silueta en cuestión empezó a moverse de un lado a otro descontroladamente!
Una horrible sensación de espanto recorrió su cuerpo de pies a cabeza y se puso a chillar.
– ¡Aghgggggh!… ¡Socorro, socorro! ¡Hay un monstruo en mi cuarto! ¡Hay un monstruo en mi cuarto!
La niña estaba fuera de sí porque creía haber visto un ser terrorífico, pero en realidad se trataba de un inofensivo ratón que se había colado en el dormitorio buscando miguitas de pan.